Ritos para buenos ratos

Los que tuvimos la suerte de acabar este año, sin que el año acabe con nosotros, siempre buscamos las astucias para pasar por un mejor vivir o para vivir por un mejor pasar. Hay que tomarlo como quieran porque el producto siempre será el mismo, con la consabida equivalencia de sobrevivir y pasar al nuevo año como se pueda.

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Vimos en el año a gente que, siendo aparentemente sucia, disiparon todas las dudas para confirmar que se trata de gente roñosa y que bailaron al son de la plata dulce. Entraron a la pista, pero fueron zapateados por el pueblo. Uno fue pillado comprando cédulas de identidad bailando y haciendo pareja con su putrefacta sentencia del “trato apu’a”.

Una niñera, con similar valor aurífero que unos coquitos y croquetas, también causó revuelo. Otros 23 congresistas, matriculados en la carrera de la corrupción, no pudieron salvar ninguna materia ya que la de color gris nunca la pudieron desarrollar.

Muchas otras ocurrencias pasaron en el año y para recibir al nuevo se pueden poner en práctica esta medianoche algunos buenos ritos para que no pasemos malos ratos.

Para el amor, el uso de ropa íntima de color le irá muy bien a la mujer, pero le puede ir mejor sin el uso de esa prenda. El intercambio de prendas debe hacerse con la pareja; yo lo hago durante todo el año, doy mi billetera y ella me compra cualquier baratija.

Abrazar y besar a la pareja a la medianoche no es ningún sacrificio por la cantidad de alcohol que ya se lleva encima. El anillo de oro y de compromiso dentro del champán se puede tragar, o lo que es peor, que te acepten la propuesta de matrimonio. Las velas prendidas no deben faltar a la medianoche, las azules traen paz, hoy están en guerra. Las verdes dan salud, pero vamos a seguir enfermos porque muy poco de los verdes le alcanza al pueblo. Las rojas traen pasión ¿será la pasión por las niñeras, cargos y caseros? Las anaranjadas se usan muy poco en este país, es que significa inteligencia. Lo mejor es tener una de sebo, ya que los sindicalistas de la ANDE suelen ofrecer cortes en el momento de mayor necesidad y no será nada simpático pasar la medianoche en vela.

Para conseguir dinero en el 2014 hay que enterrarlo antes de las 12 de la noche para desenterrarlo en los primeros minutos del nuevo año si es que alguien no se te adelanta y encuentres solo el agujero. Un rito purificador se consigue al quemar al “viejo” a la medianoche. El viejo se hace de trapo y aserrín y con su incinerado se quema todo lo malo del 2013. Acá hace rato que vivimos quemados, sin necesidad de trapo ni aserrín. Para sacar lo negativo y las penurias vividas en el 2013, habrá que tirar a la medianoche un vaso de agua desde la casa hacia la calle. En Villarrica, y muchas otras localidades, será casi un imposible ya que ocurre al revés y muy poca agua de la calle entra a la casa.

Hay que repetir en voz alta al sonar las doce campanadas: “voy a ser feliz este año”, y muchos podrán también agregar y repetir por todo el mes de enero: “ya no voy a contratar a parientes, a niñeras ni a caseros”. Para viajar por el mundo en el 2014 salga con una valija y dé una vuelta por la manzana de su casa. Es un ritual que puede interesar mucho al defensor del Pueblo y a muchos parlamentarios. Al pueblo le interesará mucho más que los viajes sean solamente con pasaje de ida.

En el calendario chino se viene el año del caballo que significa disciplina, fuerza y alegría. Aprovechemos porque hay muchos burros que imposibilitan esas cosas . Para la buena suerte del año próximo deben colocarse billetes de valor en el zapato y en el bolsillo a la medianoche. Dos problemitas, ¿de dónde sacamos un billete a esta altura del año? Y lo del zapato ya no es un rito ya que es el sitio usual para que el dinero se salve de la patrona y de los miles de ladrones que tiene este país.

Por suerte me sobró el último 10.000 guaraníes después de la cena de la Nochebuena y de la abusiva visita que hizo Papá Noel a mis 7 nietos. De Melchor y los otros, ni hablemos.

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