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En pocos días comenzarán las campañas electorales hacia el 2013. En todos los frentes están calentando motores y antes de fin de año ya tendremos a las maquinarias en movimiento. Será una prueba para evaluar las ofertas políticas y la oportunidad a ver si elevamos un poco de nivel la actividad política en nuestro país.
Los primeros en lanzarse a la arena serán los liberales que en abril deben elegir a su candidato a presidente de la República. Lo harán mediante un sistema muy particular que ya utilizaron en Asunción para las municipales del año pasado. Lo bautizaron como "urna delivery" y consiste en una encuesta en la que no solamente participan los liberales. Su origen obviamente será más legítimo que cualquier otro método, pero dejará una ventana para el que quiera atacarlo de ilegal, porque la encuesta no figura en el código electoral.
Mirando la situación del partido, su eterna y enredada interna, es dudoso que todos respeten el sistema que aprobó la convención partidaria.
Además, considerando que a esta altura están divididos entre gubernistas y antigubernistas, tampoco es seguro que los perdedores apoyen el ciento por ciento al ganador. Todavía más, los liberales recién entrarán en la etapa de la verdadera interna después de elegir al candidato a presidente. Y como es natural que también el elegido tenga sus candidatos para gobernadores, diputados y senadores, por tanto no se escapará de los ataques que caracterizan a las internas. Pero el laberinto liberal todavía es más embarullado. Luego, como está decidido pactar alianza con otros sectores, la pregunta es cuándo y cómo elegirán al candidato. ¿Será en medio de las internas antes de diciembre del 2012 o será dos meses antes de las elecciones generales de abril del 2013? El horizonte no es tan azulado para los liberales, por tanto el desafío para el piloto se presenta bien sinuoso.
En tanto, en el terreno colorado, donde por ahora se ufanan de caminar sobre alfombra roja, no sabemos lo que verdaderamente le depara el futuro. Así como está la situación, el zar de los cigarrillos parece imparable. Mientras esperan en parque cerrado todavía muchas colillas se quemarán. Y como en todos los frentes aparecen los mismos que durante 60 años se enriquecieron a costa de la destrucción de la nación, deberíamos preguntarnos si el dinero será suficiente para que los colorados vuelvan a apoderarse del país.
Otro protagonista que parece decidido a hacer -tal vez- el último intento es Lino Oviedo. La duda es si cabalgará hasta el final o entregará su alazán a otro guaino por el camino.
Ahora, con respecto a los izquierdistas o socialistas, la pregunta es: ¿qué harán ahora que se evaporó la campaña por la reelección y la senaduría? ¿A qué postularán al presidente Lugo para mantenerse en su sombra hasta el 2013?
Por ahora, la carrera proselitista está a la vuelta, y como siempre, lo único cierto es que los participantes levantarán muchas polvaredas.
Los primeros en lanzarse a la arena serán los liberales que en abril deben elegir a su candidato a presidente de la República. Lo harán mediante un sistema muy particular que ya utilizaron en Asunción para las municipales del año pasado. Lo bautizaron como "urna delivery" y consiste en una encuesta en la que no solamente participan los liberales. Su origen obviamente será más legítimo que cualquier otro método, pero dejará una ventana para el que quiera atacarlo de ilegal, porque la encuesta no figura en el código electoral.
Mirando la situación del partido, su eterna y enredada interna, es dudoso que todos respeten el sistema que aprobó la convención partidaria.
Además, considerando que a esta altura están divididos entre gubernistas y antigubernistas, tampoco es seguro que los perdedores apoyen el ciento por ciento al ganador. Todavía más, los liberales recién entrarán en la etapa de la verdadera interna después de elegir al candidato a presidente. Y como es natural que también el elegido tenga sus candidatos para gobernadores, diputados y senadores, por tanto no se escapará de los ataques que caracterizan a las internas. Pero el laberinto liberal todavía es más embarullado. Luego, como está decidido pactar alianza con otros sectores, la pregunta es cuándo y cómo elegirán al candidato. ¿Será en medio de las internas antes de diciembre del 2012 o será dos meses antes de las elecciones generales de abril del 2013? El horizonte no es tan azulado para los liberales, por tanto el desafío para el piloto se presenta bien sinuoso.
En tanto, en el terreno colorado, donde por ahora se ufanan de caminar sobre alfombra roja, no sabemos lo que verdaderamente le depara el futuro. Así como está la situación, el zar de los cigarrillos parece imparable. Mientras esperan en parque cerrado todavía muchas colillas se quemarán. Y como en todos los frentes aparecen los mismos que durante 60 años se enriquecieron a costa de la destrucción de la nación, deberíamos preguntarnos si el dinero será suficiente para que los colorados vuelvan a apoderarse del país.
Otro protagonista que parece decidido a hacer -tal vez- el último intento es Lino Oviedo. La duda es si cabalgará hasta el final o entregará su alazán a otro guaino por el camino.
Ahora, con respecto a los izquierdistas o socialistas, la pregunta es: ¿qué harán ahora que se evaporó la campaña por la reelección y la senaduría? ¿A qué postularán al presidente Lugo para mantenerse en su sombra hasta el 2013?
Por ahora, la carrera proselitista está a la vuelta, y como siempre, lo único cierto es que los participantes levantarán muchas polvaredas.