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La Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) presentó en Yguazú, el año pasado, el proyecto del Circuito Turístico mbya guaraní en la Cuenca del embalse del río Yguazú. Es una buenísima idea para promover la industria sin chimenea en los municipios ribereños en la cuenca del embalse del Yguazú, una superficie de agua de más de 600.000 m2 con importantes recursos naturales que pueden servir como atractivo a turistas extranjeros, sobre todo el europeo, si se provee a la zona de las infraestructuras adecuada, de manera sustentable.
Se debe evitar convertir el lago artificial en otro Ypacaraí, porque se descuida el aspecto de la polución del cauce hídrico.
Se trata de convertir la atracción turística del embalse en producto turístico, utilizando no solo las maravillosas playas, las áreas verdes, sino también la diversidad cultural que pueblan los municipios ribereños, donde conviven paraguayos, entre ellos nativos mbya guaraní, japoneses, menonitas y brasileños, entre los más representativos.
Sin embargo, la mayoría de los distritos afectados por el espejo de agua se lamentan de que son excluidos en la mayoría de las reuniones organizadas por Senatur. Hace dos semanas, se realizó la última en el local de la Asociación Japonesa de Yguazú con la presencia de apenas unas 20 personas, entre las que estaban el intendente de Yguazú, Roberto Ramírez (ANR), y el de Tembi aporã, Ignacio Giménez.
Se puede notar que lastimosamente todo se está haciendo solo para llenar planillas y justificar el dinero gastado en esta etapa del proyecto.
Por otro lado, demuestra que la ciudadanía no tiene un mayor interés en acompañar aquello que puede ser fuente de trabajo para sus hijos
Para los intendentes es más cómodo quejarse de que no fueron invitados antes que forzar la situación para que sean tenidos en cuenta.
Todo indica que el hermoso proyecto está encaminado a quedarse solo en los papeles.
mbogado@abc.com.py