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Las principales razones son las siguientes:
El mundo consume en un 90% energías agotables, de lo cual 2/3 partes son hidrocarburos (petróleo y gas natural). Las demás energías agotables (carbón mineral, uranio) son de más difícil aprovechamiento y costo, en general. Las energías renovables (como la solar) son abundantes, pero muchísimo más caras que el petróleo.
1. Las reservas de hidrocarburos son extremadamente limitadas. Cada vez hay que ingresar más mar adentro (Golfo de México, Mar del Norte) para extraer petróleo o gas, a cada vez mayor costo. Algunos expertos indican que la humanidad ha alcanzado el máximo de la producción de petróleo, fuera del Golfo Pérsico (zona que, por tener abundante petróleo, se ha vuelto extremadamente conflictiva).
2. Verdaderos continentes, como China e India, están creciendo aceleradamente, por lo que la demanda de petróleo crece también aceleradamente y los precios también.
3. Unos años antes de la firma del tratado de Itaipú (inicios década del 70) el precio del petróleo era de poco más de 1 US$/barril. En 1973 llegó a 3 dólares por barril y hoy llegó a un pico de 90 dólares por barril, con tendencia a seguir creciendo.
4. Los precios de todas las demás energías particularmente el gas natural y la electricidad se rigen por el precio del petróleo. Es decir, no solo el precio del petróleo es cada vez mayor, sino el de todas las energías en todo el mundo (salvo, claro está, en los países donde se subsidia la energía).
5. En el Mercosur ya no hay energías baratas. La Argentina quema cada vez más gas natural y petróleo para producir electricidad, lo mismo que Brasil. Las reservas de gas natural de Bolivia no alcanzan para abastecer a la región y un gasoducto desde Venezuela será extraordinariamente costoso, lo mismo que el precio del gas.
6. El Paraguay exporta entre 43 y 45 millones de MWh/año de hidroelectricidad al Brasil y a la Argentina. De acuerdo al rendimiento estándar de centrales térmicas que tradicionalmente ha adoptado el Ministerio de Minas y Energía del Brasil, hacen falta 250.000 barriles de petróleo por día para sustituir la hidroelectricidad paraguaya exportada.
7. Al actual precio de mercado (90 US$/barril), Brasil y Argentina se ahorran (250.000 x 90 =) 22,5 millones de dólares por día por petróleo que dejan de quemar gracias a la hidroelectricidad paraguaya. Por año, se ahorran (22,5 x 365 =) 8.212 millones de dólares. El Paraguay, en cambio, recibe en concepto de beneficios (royalties y compensaciones) apenas unos 360 millones US$/año, un 5% de lo que se ahorran en petróleo Brasil y Argentina.
¿Es posible que Brasil y Argentina puedan sustituir la hidroelectricidad paraguaya por energías más baratas que el petróleo?
No es posible, pues el precio del gas natural acompaña a la variación de los precios del petróleo y, de hecho, es una energía más limpia y valiosa, lo mismo que la energía hidroeléctrica, razón por la cual el beneficio de Brasil y Argentina por disponer de nuestra hidroelectricidad es superior a 8.212 millones US$/año.
En conclusión, es injustificable que el Paraguay siga recibiendo, por la enorme cantidad de energía que exporta a la Argentina y el Brasil, menos del 5% del precio de mercado.
El mundo consume en un 90% energías agotables, de lo cual 2/3 partes son hidrocarburos (petróleo y gas natural). Las demás energías agotables (carbón mineral, uranio) son de más difícil aprovechamiento y costo, en general. Las energías renovables (como la solar) son abundantes, pero muchísimo más caras que el petróleo.
1. Las reservas de hidrocarburos son extremadamente limitadas. Cada vez hay que ingresar más mar adentro (Golfo de México, Mar del Norte) para extraer petróleo o gas, a cada vez mayor costo. Algunos expertos indican que la humanidad ha alcanzado el máximo de la producción de petróleo, fuera del Golfo Pérsico (zona que, por tener abundante petróleo, se ha vuelto extremadamente conflictiva).
2. Verdaderos continentes, como China e India, están creciendo aceleradamente, por lo que la demanda de petróleo crece también aceleradamente y los precios también.
3. Unos años antes de la firma del tratado de Itaipú (inicios década del 70) el precio del petróleo era de poco más de 1 US$/barril. En 1973 llegó a 3 dólares por barril y hoy llegó a un pico de 90 dólares por barril, con tendencia a seguir creciendo.
4. Los precios de todas las demás energías particularmente el gas natural y la electricidad se rigen por el precio del petróleo. Es decir, no solo el precio del petróleo es cada vez mayor, sino el de todas las energías en todo el mundo (salvo, claro está, en los países donde se subsidia la energía).
5. En el Mercosur ya no hay energías baratas. La Argentina quema cada vez más gas natural y petróleo para producir electricidad, lo mismo que Brasil. Las reservas de gas natural de Bolivia no alcanzan para abastecer a la región y un gasoducto desde Venezuela será extraordinariamente costoso, lo mismo que el precio del gas.
6. El Paraguay exporta entre 43 y 45 millones de MWh/año de hidroelectricidad al Brasil y a la Argentina. De acuerdo al rendimiento estándar de centrales térmicas que tradicionalmente ha adoptado el Ministerio de Minas y Energía del Brasil, hacen falta 250.000 barriles de petróleo por día para sustituir la hidroelectricidad paraguaya exportada.
7. Al actual precio de mercado (90 US$/barril), Brasil y Argentina se ahorran (250.000 x 90 =) 22,5 millones de dólares por día por petróleo que dejan de quemar gracias a la hidroelectricidad paraguaya. Por año, se ahorran (22,5 x 365 =) 8.212 millones de dólares. El Paraguay, en cambio, recibe en concepto de beneficios (royalties y compensaciones) apenas unos 360 millones US$/año, un 5% de lo que se ahorran en petróleo Brasil y Argentina.
¿Es posible que Brasil y Argentina puedan sustituir la hidroelectricidad paraguaya por energías más baratas que el petróleo?
No es posible, pues el precio del gas natural acompaña a la variación de los precios del petróleo y, de hecho, es una energía más limpia y valiosa, lo mismo que la energía hidroeléctrica, razón por la cual el beneficio de Brasil y Argentina por disponer de nuestra hidroelectricidad es superior a 8.212 millones US$/año.
En conclusión, es injustificable que el Paraguay siga recibiendo, por la enorme cantidad de energía que exporta a la Argentina y el Brasil, menos del 5% del precio de mercado.