Ping-pong: la economía y el dólar

¿Podríamos tener un entendimiento más claro del contexto actual del dólar contrastándolo con un escenario similar que aconteció en el pasado reciente? ¿Sería posible esclarecer la incidencia que el mercado cambiario está teniendo en la economía, al compararlo con un periodo reciente de alta depreciación de la moneda nacional? La propuesta es hacer un ping-pong entre el año 2018 con el 2015. Este esquema de pensamiento interactivo nos permitirá encender nuevas luces para comprender el escenario económico en el que nos encontramos y volver más claro el análisis del entorno actual del mercado cambiario.

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Nuestros contendientes –o mejor dicho, participantes– de este entretenido juego mental de ida y vuelta son los hechos económicos sucedidos en los años 2015 y 2018.

El 2015 fue el terreno donde se produjo el choque negativo de oferta más importante que nuestra economía había sufrido en los últimos 12 años. En el último trimestre de 2014, el precio internacional de la soja experimentó una abrupta caída de aproximadamente 40%, marcando el fin del súper ciclo de la soja, lo que hacía suponer que la dinámica de nuestra economía se vería perjudicada. No era coincidencia que la economía brasileña experimentara la peor recesión económica desde 1930, con una retracción del -3,5%. El 2018 también representa un periodo de asimilación de un conjunto de shocks adversos para nuestra economía. A los menores niveles del precio de la soja, se suman: aumentos moderados pero progresivos de la tasa de interés internacional, apreciación del dólar, mayores niveles del precio del petróleo, la “guerra comercial” entre Estados Unidos y China, y la debilidad de los países de la región.

Para enfrentar el escenario tan perturbador del año 2015, el Banco Central del Paraguay (BCP) mantuvo una presencia activa en el mercado cambiario. En aquel entonces, las reservas internacionales cayeron en US$ 600 millones. En el 2018, el BCP también está marcando una presencia en el mercado cambiario, lo que ha significado una caída en las reservas internacionales de US$ 121 millones a octubre de este año respecto a igual periodo del año anterior. En el 2015, las reservas internacionales cayeron desde un nivel de US$ 6.800 millones hasta US$ 6.200 millones. Actualmente, nuestras reservas internacionales totalizan US$ 7.850 millones.

Hagamos un “ping-poneo” de las estadísticas verificadas en ambos años respecto a la evolución del precio del dólar. En el 2015, pese a la importante presencia del BCP en el mercado cambiario, la depreciación del guaraní fue del 25%, pues nuestra moneda pasó de un tipo de cambio de 4.630 guaraníes por dólar a 5.800 guaraníes por dólar. Es decir, existió un aumento de 1.170 puntos. Saltemos al 2018. La moneda nacional se ha depreciado en aproximadamente 8% en los últimos 12 meses. Si comparamos el tipo de cambio de octubre de este año respecto a octubre del 2017, podremos verificar que el aumento fue de aproximadamente 550 guaraníes.

Exploremos el comportamiento de los depósitos que el público mantiene en los bancos. En aquel contexto de apreciación del dólar americano se verificó un incremento relevante de los depósitos denominados en dólares en el sistema bancario, pues estos crecieron a una tasa del 28%, muy superior al crecimiento de los depósitos en moneda nacional. En tanto, en el 2018 se observa en que el crecimiento de los depósitos en guaraníes es superior a las captaciones en moneda extranjera.

Contrastemos las exportaciones. En el 2015 los envíos nacionales al exterior retrocedieron en torno al -13,5%. La situación actual es distinta a la de tres años atrás, pues las exportaciones registradas están verificando un crecimiento del 6%.

A pesar de la gran depreciación experimentada en el 2015, la inflación de dicho año se ubicó en 3%. Para el presente año se espera una inflación del 3,8%, compatible con el objetivo de inflación del BCP fijada en 4%.

En ambos años, pese al deterioro de las condiciones internacionales y regionales, nuestra economía ha experimentado un crecimiento acorde a nuestro potencial. En el 2015, el crecimiento de la actividad económica se expandió a una tasa del 3,1%, mientras que para el presente año, se proyecta un crecimiento en torno al 4,3%.

El ejercicio mental del ping-pong nos recompensa siempre con nuevos entendimientos. En este caso en particular, nos debería llevar a comprender el escenario actual en el que nos encontramos y a valorar la capacidad de resistencia que tiene nuestra economía para asimilar choques externos. Paraguay está demostrando, al igual que lo hizo en el año 2015, que tiene bases sólidas y amplio margen de maniobra para afrontar vicisitudes externas complejas.

*Presidente del Banco Central del Paraguay

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