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Por mucho tiempo, el dinero público que era para desarrollar la zona solo sirvió para enriquecer a unos pocos políticos inescrupulosos.
Los maquiavélicos personajes (mal llamados dirigentes políticos) despilfarraron los recursos públicos y condenaron a la población a seguir sumergidos en los mismos problemas de antaño, como los caminos destrozados, la falta de médicos especialistas. Estos males costaron la vida de más de una persona.
Las nuevas autoridades deben esforzarse al máximo por cambiar el triste panorama del departamento. Para lograrlo, deben hacer uso correcto y honesto del dinero público.
Alto Paraguay no puede ni debe volver a sufrir el saqueo de sus recursos por un clan de antipatriotas, apoyados por fiscales y jueces timoratos. Pese a que fueron “condenados” a devolver un pequeñísimo porcentaje de lo robaron, no retornaron ni una moneda.
La nueva gobernadora, Marlene Ocampo, podría comenzar su gestión con el pie derecho haciendo funcionar la sede de la Gobernación en esta comunidad. En más de 20 años, irónicamente, la mayoría de los funcionarios de la institución trabajan en una oficina en la capital del país, Asunción.
El eslogan de campaña proselitista de la gobernadora y del diputado José Domingo Adorno fue: “Alto Paraguay para los altoparaguaienses”. Esperamos que esto sea una realidad y no una simple promesa para acceder al “turno” para “desangrar” la institución.
Es hora de que los sufridos pobladores del lejano departamento chaqueña puedan disfrutar de los beneficios a los que tienen derecho y que por años le negaron las sucesivas autoridades.
calmiron@abc.com.py