Simplemente pretendo reconocer un talento que supo combinar valentía y síntesis para pintar magistralmente el maridaje entre pompas e ineficiencia.
A Stroessner tambien le fascinaba lo del madrugón. Supongo que es cosa de milicos eso de creer que solo es util la parte del día que tiene luz natural. Y de milicos obsoletos. En las guerras de estos días no se usan catalejos.
No es que tenga algo en contra de la gente que madruga.
Es más, cuando tuve que hacerlo, lo hice. Y confieso que hasta disfrutaba de los prodigios del amanecer. Entiendo que haya gente que lo prefiera.
Pero no hay nada que desmerezca la tarea nocturna. Además, la calma de la noche es propicia para la creación artística, investigativa e intelectual.
Y cuando decimos intelectual, estamos hablando tanto de hacer literatura o filosofía, como de imaginar estrategias de Estado, elaborar proyectos, repasar documentos, informarse, estudiar, o simplemente leer.
Por si no quedó claro, estoy diciendo que tambien se pueden hacer labores de gobierno mucho más productivas que caer de improviso por Clinicas cuando todavia revolotean los murciélagos, y los médicos de guardia no alcanzan ni a sacarse las lagañas.
Nicanor sabe perfectamente que la Directora de Clínicas, Desirée Masi, no tiene la menor intención de disimular las carencias del viejo hospital. De hecho las denuncia constantemente.
Tenía que haber tenido la cortesía de esperar por lo menos a las siete de la mañana, y anunciarle que iba para allá.
Por cierto, hubiera tenido mucho mejor información que los chismes que recogió en su recorrida. Y de paso, se hubiera enterado que si en Clínicas hay 600 camas y más de 1000 médicos es porque se trata de un hospital escuela. Y que si quiere llevar servicios médicos a las localidades del interior profundo, tendrá que dotarlas de centros de salud medianamente equipados. De paso, de no haber sido tan soberbio, le hubiera podido preguntar a su ministro de Salud, antes de largar semejante ristra de disparates.
Pero, por lo visto Nicanor profesa nomás el anticuado fanatismo mañanero, porque ya anunció que las reuniones de gabinete empezarán a las cinco, para que a las siete todo el mundo esté en su despacho.
La primera demostración ya fue puro bombo.
Esperemos que no se pase cinco años madrugando al pedo.
A Stroessner tambien le fascinaba lo del madrugón. Supongo que es cosa de milicos eso de creer que solo es util la parte del día que tiene luz natural. Y de milicos obsoletos. En las guerras de estos días no se usan catalejos.
No es que tenga algo en contra de la gente que madruga.
Es más, cuando tuve que hacerlo, lo hice. Y confieso que hasta disfrutaba de los prodigios del amanecer. Entiendo que haya gente que lo prefiera.
Pero no hay nada que desmerezca la tarea nocturna. Además, la calma de la noche es propicia para la creación artística, investigativa e intelectual.
Y cuando decimos intelectual, estamos hablando tanto de hacer literatura o filosofía, como de imaginar estrategias de Estado, elaborar proyectos, repasar documentos, informarse, estudiar, o simplemente leer.
Por si no quedó claro, estoy diciendo que tambien se pueden hacer labores de gobierno mucho más productivas que caer de improviso por Clinicas cuando todavia revolotean los murciélagos, y los médicos de guardia no alcanzan ni a sacarse las lagañas.
Nicanor sabe perfectamente que la Directora de Clínicas, Desirée Masi, no tiene la menor intención de disimular las carencias del viejo hospital. De hecho las denuncia constantemente.
Tenía que haber tenido la cortesía de esperar por lo menos a las siete de la mañana, y anunciarle que iba para allá.
Por cierto, hubiera tenido mucho mejor información que los chismes que recogió en su recorrida. Y de paso, se hubiera enterado que si en Clínicas hay 600 camas y más de 1000 médicos es porque se trata de un hospital escuela. Y que si quiere llevar servicios médicos a las localidades del interior profundo, tendrá que dotarlas de centros de salud medianamente equipados. De paso, de no haber sido tan soberbio, le hubiera podido preguntar a su ministro de Salud, antes de largar semejante ristra de disparates.
Pero, por lo visto Nicanor profesa nomás el anticuado fanatismo mañanero, porque ya anunció que las reuniones de gabinete empezarán a las cinco, para que a las siete todo el mundo esté en su despacho.
La primera demostración ya fue puro bombo.
Esperemos que no se pase cinco años madrugando al pedo.