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Solo es cuestión de observar lo hecho por los jefes comunales por el bien del municipio y a partir de eso analizar si vale la pena darles o no una segunda oportunidad para continuar en el cargo.
En el caso de los distritos de Villa Hayes y General José María Bruguez, no hay mucho que pensar. Sus autoridades olvidaron rápidamente las necesidades que sufren los pobladores.
Ricardo Núñez (ANR), luego de andar prestando plata y pantalón para ir a una fiesta, hoy pasea por las calles de Villa Hayes en un Audi del año, además ostenta una estancia en Río Verde, una mansión con vista al río Paraguay sobre tierras del Indert y otras propiedades.
Los contribuyentes se preguntan cómo logro todo eso con su salario de G. 18 millones.
Causa indignación ver las condiciones en que se encuentran las calles y los olvidados asentamientos de la ciudad donde reinan la pobreza, la ignorancia y la delincuencia. Pero Ricardo, según rumores, aspira a una segunda administración.
En Gral. Bruguez, el intendente Reinaldo Silvera (ANR) se encargó de despilfarrar el dinero con las construcciones de una pollería inconclusa, un ruedo para corridas de toros y un tinglado municipal, mientras las escuelas caen a pedazos.
En esta localidad no existe tan siquiera un proyecto para construcción de empedrados o alumbrado público.
Es necesario abrir los ojos ante los atropellos cometidos y reclamar lo que corresponde por derecho. De no hacerlo significaría el sufrimiento y letargo de los municipios.
rocio.portillo@abc.com.py