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En las últimas semanas se registraron de nuevos hechos de este tipo en la capital del primer departamento, donde la cantidad de motociclistas que circulan por las calles aumenta cada vez más.
Efectivos de la Policía Nacional detuvieron en las últimas semanas a numerosas personas, en su mayoría jóvenes, que se dedican a despojar de sus pertenencias a ciudadanos que están en las veredas de sus casas o a indefensos peatones.
Uno de los hechos más llamativos involucra a dos menores de edad, de 13 y 16 años. Un total de ocho personas que fueron víctimas de los malvivientes reconocieron a los adolescentes como los responsables de asaltos a mano armada.
Lo preocupante es que además de ser menores los responsables del delito, portaban armas de fuego.
Los detenidos son puestos a disposición de la justicia, como corresponde, pero en poco tiempo se les otorga libertad condicional y nuevamente se los ve en las calles de Concepción generando zozobra.
Los fiscales y jueces se encargan de echar en saco roto el trabajo de la Policía Nacional. En estos casos, los funcionarios del Ministerio Público y jueces alegan que el Código Procesal Penal los ata de pies y manos, por lo que no pueden negarles la libertad a los detenidos en casos de robos.
Las víctimas y la ciudadanía en general se sienten impotentes al ver a malvivientes, que con un arma de fuego en mano les despojaron de sus pertenencias y hasta podrían haberles quitado la vida, circulan con absoluta libertad en las calles de los barrios y compañías. El temor se centra en la posibilidad de que en cualquier momento vuelvan a cometer sus fechorías y quizá con resultados peores, ante la actitud complaciente de las autoridades o por las deficiencias del Código Procesal Penal.
ajrojas@abc.com.py