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La reunión, discreta, sin conferencia de prensa posterior, coincidió con el fallo de la Corte Suprema de Justicia referido a lo que afecta al proceso de nominación de Sandra Quiñónez como candidata del Poder Ejecutivo a la Fiscalía General del Estado: la cuestión de los representantes de ese cuerpo legislativo para el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Sandra Quiñónez es la candidata de Cartes para lograr cinco años más de impunidad.
En ese fallo, referido concretamente a la integración del Consejo de la Magistratura, los ministros Luis María Benítez Riera, Raúl Torres Kirmser y Alicia Pucheta de Correa sostienen que en la acción de inconstitucionalidad impulsada sobre el tema por integrantes de la Cámara de Senadores “…no se han identificado cuáles son las normas constitucionales conculcadas por las decisiones impugnadas (…) que específicamente se relacionen con los derechos básicos que la Constitución establece para el ejercicio de la función parlamentaria – a saber: los derechos de asistir, participar y votar, por lo que se debe regular incumplido ese requisito inexcusable establecido por el Código Procesal Civil” (artículo 552: “…el actor…Citará…la norma, derecho, exención, garantía o principio que sostenga haberse infringido…”).
En su enunciación de los derechos constitucionales que nuestra Constitución otorga a los integrantes del Senado (asistir, participar, votar) los ministros Benítez Riera, Torres Kirmser y Pucheta se olvidaron, y olvidaron, el derecho al debido proceso legislativo: los integrantes de la Cámara de Senadores tienen derecho constitucional a que las sesiones de ese cuerpo se desarrollen de acuerdo a normas preexistentes aceptadas.
Suponer lo contrario, como hacen los ministros Benítez Riera, Torres Kirmser y Pucheta, es otorgar a las mayorías un poder dictatorial y arbitrario que nuestra Constitución les niega en toda su extensión y expresa y absolutamente en sus Artículos Primero, Segundo y especialmente Tercero. Es un escándalo, que los mencionados ministros de la Corte lo olviden.
El pleno de la Corte, en su fallo del día anterior referido justamente al reglamento de la Cámara de Senadores, se negó a pronunciarse sobre las normas preexistentes, dejando irresponsablemente en la nebulosa lo que, tal vez y solo tal vez, hubiera podido avalar a los ministros Benítez Riera, Torres Kirmser y Pucheta. Ahora no tienen siquiera ese dudoso aval.
Sobre esta ilegítima base, Cartes movilizó ayer a la mañana a sus operadores, como se mencionó más arriba, para buscar la connivencia del movimiento Colorado Añetete –del candidato presidencial de la Asociación Nacional Republicana, Mario Abdo Benítez– para la confirmación de la fiscala Quiñónez en la jefatura de la Fiscalía General del Estado.
Algunos integrantes de Colorado Añetete estaban demasiado apurados por encontrar alguna excusa para regalar a Cartes una fiscala general a su medida, garantizándole cinco años más de impunidad. La resolución de Benítez Riera, Torres Kirmser y Pucheta pretende ser esa excusa, pero por lo señalado antes es solamente una confirmación sobre la abyecta sumisión de ministros de la Corte al actual inquilino del Palacio de López.
Al usar hoy, en el Senado, la aberrante resolución de Benítez Riera, Torres Kirmser y Pucheta en contra del debido proceso legislativo, los integrantes de Colorado Añetete que voten ahora por Sandra Quiñónez confirmarán que le mintieron al electorado colorado el 17 de diciembre de 2017 y que le mintieron con el oscuro propósito de mantener la corrupción que caracteriza y define a la administración de Horacio Cartes, que empobrece a ese electorado y a todos los paraguayos.
Está en manos de Marito Abdo Benítez mostrar que es un líder distinto, o un cómplice más.
evp@abc.com.py