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SALAMANCA. Como diría Boogie el Aceitoso: "Son las contradicciones del sistema". Desde hace algunos meses vengo leyendo la opinión de algunos periodistas y también políticos que le critican a Obama el no haber hecho nada todavía a pesar de que han pasado tantos meses, que se aproxima al primer año de su mandato y solo ha dado hermosos discursos. Sin embargo muestran una viva simpatía por Cuba al momento que piden un acercamiento estrecho de la Unión Europea y ayuda económica.
Si se busca poner en el balance logros y fracasos multiplicados (o divididos) por tiempo, es bueno preguntarse entonces cuáles han sido las conquistas de la Revolución (así, con mayúsculas, como les gusta a sus partidarios que se escriba) cubana. La respuesta cabe en poco más de una línea: sumir en la más dolorosa miseria a toda una nación, encerrar a sus ciudadanos en la isla, hacerles sufrir hambre y pedirles, con el tono glorioso que se utiliza en las arengas, a que "realicen un sacrificio más, para salvar las conquistas (¿?) de la Revolución".
A mediados de la semana pasada la organización HRW (Human Rights Watch) dio a conocer un informe sobre la situación actual de Cuba en el informe "Un nuevo Castro, la misma Cuba" de 123 páginas. Raúl Castro, sucesor de su hermano en el trono, calificó dicho informe de "ciencia-ficción". Negó la existencia de presos políticos, de represiones, y que la Revolución seguía dando gratis, a toda la población, "educación y atención médica".
No explicó, sin embargo, los grandes recortes que se están haciendo en el gasto público debido a los graves problemas económicos que enfrenta el país y que la gratuidad de la educación y la salud está asegurada por la misma Constitución.
Entre los recortes que se han tenido que hacer figuran 24.500 comedores obreros. Ellos dejarán de percibir el subsidio para la alimentación. Los cubanos viven gracias a los subsidios ya que el salario medio de un trabajador es de catorce euros al mes (unos 107.250 guaraníes al cambio de la fecha). Esta medida se vuelve más grave si se tiene en cuenta que hay varios productos alimenticios básicos que fueron retirados de la cartilla de racionamiento, lo que hará que se deban comprar en ciertos sitios, autorizados para ello, a precios siderales.
Los cortes de corriente eléctrica son constantes pues se debe ahorrar energía al máximo ya que el Estado tiene unos fondos muy limitados para comprar el combustible destinado a sus plantas térmicas. Tal es así que las oficinas pueden utilizar sus aparatos acondicionadores de aire solo durante unas pocas horas. En este sentido el control es estricto y se aplican multas o se castiga con más cortes de luz a quienes no cumplen con esta ley de racionamiento.
En Cuba, ha dicho Raúl Castro, no existen presos políticos. Los que están encarcelados son personas consideradas "peligrosas" para la sociedad. El informe de HRW considera a Raúl tan cruel y brutal como su hermano Fidel. El concepto de "peligrosidad" es simple de entender. Toda persona que moleste al gobierno por no ser fiel a sus dictados, aquellos que reclaman mayor libertad o quienes quieran hacer uso de sus derechos fundamentales son acusados de "peligrosidad" y, tras un juicio que ordinariamente es nada más que un remedo de lo que debería ser, son condenados a penas de cárcel. Es por esto que no hay presos políticos, todos son "delincuentes comunes", del mismo modo que nos íbamos presos en virtud de la Ley 209 en la época de la dictadura y se nos negaba hasta el recurso universal del "hábeas corpus" pues no éramos presos políticos sino simples delincuentes.
El informe de HRW pide a los Estados Unidos de Norteamérica que levante el embargo pues el único resultado que ha dado es el de ser utilizado para justificar la represión política y echarle la culpa de la situación económica, cubriendo así, bajo un manto espeso de silencio, la ineficiencia de los conductores de la Revolución para realizar los cambios económicos necesarios por lo menos para poder sobrevivir. Esto no es todo: Raúl no solo ha pedido que se ajusten los cinturones, sino que se preparen para el próximo año porque las cosas van a ir peor.
jruiznestosa@gmail.com
Si se busca poner en el balance logros y fracasos multiplicados (o divididos) por tiempo, es bueno preguntarse entonces cuáles han sido las conquistas de la Revolución (así, con mayúsculas, como les gusta a sus partidarios que se escriba) cubana. La respuesta cabe en poco más de una línea: sumir en la más dolorosa miseria a toda una nación, encerrar a sus ciudadanos en la isla, hacerles sufrir hambre y pedirles, con el tono glorioso que se utiliza en las arengas, a que "realicen un sacrificio más, para salvar las conquistas (¿?) de la Revolución".
A mediados de la semana pasada la organización HRW (Human Rights Watch) dio a conocer un informe sobre la situación actual de Cuba en el informe "Un nuevo Castro, la misma Cuba" de 123 páginas. Raúl Castro, sucesor de su hermano en el trono, calificó dicho informe de "ciencia-ficción". Negó la existencia de presos políticos, de represiones, y que la Revolución seguía dando gratis, a toda la población, "educación y atención médica".
No explicó, sin embargo, los grandes recortes que se están haciendo en el gasto público debido a los graves problemas económicos que enfrenta el país y que la gratuidad de la educación y la salud está asegurada por la misma Constitución.
Entre los recortes que se han tenido que hacer figuran 24.500 comedores obreros. Ellos dejarán de percibir el subsidio para la alimentación. Los cubanos viven gracias a los subsidios ya que el salario medio de un trabajador es de catorce euros al mes (unos 107.250 guaraníes al cambio de la fecha). Esta medida se vuelve más grave si se tiene en cuenta que hay varios productos alimenticios básicos que fueron retirados de la cartilla de racionamiento, lo que hará que se deban comprar en ciertos sitios, autorizados para ello, a precios siderales.
Los cortes de corriente eléctrica son constantes pues se debe ahorrar energía al máximo ya que el Estado tiene unos fondos muy limitados para comprar el combustible destinado a sus plantas térmicas. Tal es así que las oficinas pueden utilizar sus aparatos acondicionadores de aire solo durante unas pocas horas. En este sentido el control es estricto y se aplican multas o se castiga con más cortes de luz a quienes no cumplen con esta ley de racionamiento.
En Cuba, ha dicho Raúl Castro, no existen presos políticos. Los que están encarcelados son personas consideradas "peligrosas" para la sociedad. El informe de HRW considera a Raúl tan cruel y brutal como su hermano Fidel. El concepto de "peligrosidad" es simple de entender. Toda persona que moleste al gobierno por no ser fiel a sus dictados, aquellos que reclaman mayor libertad o quienes quieran hacer uso de sus derechos fundamentales son acusados de "peligrosidad" y, tras un juicio que ordinariamente es nada más que un remedo de lo que debería ser, son condenados a penas de cárcel. Es por esto que no hay presos políticos, todos son "delincuentes comunes", del mismo modo que nos íbamos presos en virtud de la Ley 209 en la época de la dictadura y se nos negaba hasta el recurso universal del "hábeas corpus" pues no éramos presos políticos sino simples delincuentes.
El informe de HRW pide a los Estados Unidos de Norteamérica que levante el embargo pues el único resultado que ha dado es el de ser utilizado para justificar la represión política y echarle la culpa de la situación económica, cubriendo así, bajo un manto espeso de silencio, la ineficiencia de los conductores de la Revolución para realizar los cambios económicos necesarios por lo menos para poder sobrevivir. Esto no es todo: Raúl no solo ha pedido que se ajusten los cinturones, sino que se preparen para el próximo año porque las cosas van a ir peor.
jruiznestosa@gmail.com