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De forma vergonzosa los "técnicos expertos" del Gobierno siguen buscando justificar y darle otro cariz al estrepitoso fracaso de Lugo y su equipo en el tema de las reivindicaciones paraguayas en la Itaipú Binacional. El Ing. Ricardo Canese no tuvo ningún empacho en declarar ayer que "están disponibles y asegurados los recursos para la construcción de la línea de 500 kV entre Ciudad del Este y Villa Hayes", pero al momento de requerirle dónde se encontraban esos fondos esgrimió la nueva muletilla oficial de que estaban en el Focem, oponiéndose férreamente luego a que el financiamiento ya sea encarado por Paraguay de forma independiente y mediante otros medios crediticios. "Están los fondos. Están en el Focem. Están aprobados, no tienen que pasar por el Congreso brasileño. La obra está en ejecución. Ya se han hecho los estudios de suelo, terminó la parte topográfica, el movimiento de suelo, la compactación en Villa Hayes se va a licitar en las próximas semanas, la palada inicial de la subestación de Villa Hayes que es fundamental sería en el mes de julio, probablemente el 25, coincidentemente con la firma del acuerdo, en agosto sería la licitación de las obras principales. ¿Entonces cuál es el problema? Si el dinero está, las obras están comenzando, ¿dónde están las dificultades en ese aspecto?", justificó ayer el coordinador de la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos de la Cancillería.
Sin embargo, especialistas del sector coincidieron en que Canese se olvida de que un aumento del "aporte" brasileño debe necesariamente formar parte del Presupuesto General de Gastos del vecino país que, igualmente, debe ser aprobado, también necesariamente, por el Congreso brasileño, lo que en términos prácticos representa que significará el mismo obstáculo con que se tropieza ahora para la aprobación de las "promesas" del Mandatario brasileño.
La versión que circula en el ambiente político es que Lula ya puso al tanto de su par paraguayo, Lugo, que la oposición brasileña no aprobará la nota reversal del 25 de julio y que, por ende, se deberían encaminar otras acciones para evitar un bochorno.
Contrariamente a lo que con anterioridad venía sustentando Canese, expresó en la víspera la inconveniencia de recurrir a otra fuente de financiamiento considerando "el excesivo tiempo" que se perdería con ello. Dijo que en estos empréstitos se emplean como mínimo siete años y que, además, se correría el riesgo de que, en cualquier momento, la disponibilidad de estos recursos sea interrumpida de forma unilateral por el organismo proveedor. "Hay antecedentes", advirtió.
Para la línea de 500 kV, el mismo Canese había informado, en agosto de 2009, que nuestro país ya "había conseguido la seguridad de financiamiento del Banco Mundial (BM), Banco Europeo de Inversiones (BEI), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en condiciones más blandas que las ofrecidas por el BNDES del Brasil". "El dinero está", dijo ayer Canese al periodista Omar Apuril, en su programa del mediodía por Radio Ñandutí. "¿Pero dónde está?", insistió Apuril, a lo que el técnico orondamente respondió: "En el Focem, Omar... en el Focem".