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En nuestro país contamos con varias instituciones responsables y quien más quien menos cobra por sus servicios, pero cuando alguien se preocupa y exige, nadie hace nada. Por favor, no nos aprovechemos de las circunstancias, seamos responsables.
En lo que a mi investigación ecológica respecta y en especial lo concerniente a la fauna íctica ya en vías de extinción, nuevamente hace unos días en el Norte tuvimos una masiva mortandad de peces que prácticamente pasó desapercibida. El fenómeno afectó a los ríos Siete Puntas, Monte Lindo y Michí, afluentes de la zona del Chaco que en sus buenas épocas oxigenaban al río Paraguay por intermedio del río Pilcomayo a través del desaparecido Estero Patiño, hasta la fecha sin solución.
Se entiende que alguna institución del Estado habrá recibido informe sobre esta anomalía, pero no le dieron difusión porque imagino que no contaban con los medios ni la solución. Dicen que “en boca cerrada no entran moscas”, y como nadie hizo publicidad al respecto, ahora pasó la crisis y felizmente nadie murió… ¡Aleluya!
Pero yendo más adelante con este incidente, debemos darle urgentemente un seguimiento; caso contrario, todo se complicará. No lo digo yo, sino la naturaleza que precisamente está pasando por un mal momento y requiere nuestra ayuda inmediata.
Cuando el temporal pasa, queda el daño y eso cuesta mucho repararlo. Estas anomalías seguirán en gradual aumento en todos los rincones del mundo y parece increíble que nadie se anime a tirar la primera piedra.
Por el momento, debemos cambiar nuestra forma de proceder y no seguir dañando a la naturaleza que nada tiene que ver con nuestros problemas.
(*) Poblador de Puerto Antequera