La ilustre marihuana

Es relajante muscular, actúa contra los dolores de huesos, es analgésico, incitador del sueño, previene la recaída, regula la inmunidad, antiespasmódico, repara y protege el tejido y el sistema nervioso, es ansiolítico y antipsicótico, antináusea, antivómito, antitumoral y antioxidante, estimula el apetito y es antiespasmódico.

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A no cansarse en aportar todos estos favores y beneficios, también regala al cuerpo humano un cúmulo más de otros socorros entre los que sobresalen la enorme mejoría ante el acecho de la epilepsia, el alzheimer, la esclorosis múltiple, el párkinson, el estrés postraumático, el insomnio, el autismo, la migraña, los dolores crónicos (metastásicos y neuropáticos), la ansiedad, la anorexia, el acné, lupus, diabetes tipo I, VIH-sida, glaucoma, osteoporosis, la fibromialgia, miorrelajante, hipotensor, atenúa los efectos secundarios de la quimioterapia, contra la tiroiditis, el reumatismo, la psoriasis, estados terminales y aun confirmar otros usos medicinales de una plantita que tiene por nombre y apellido: Cannabis sativa, pero más conocida con el marcante de marihuana.

Tiene la gran ventaja terapéutica de entregar excelentes resultados ante las falencias demostradas y los fracasos obtenidos con el uso de otros medicamentos laboratoriales ya que tiene un enorme margen de estudio, aplicación y uso curativo, actúa diferencialmente a otras drogas, se la puede combinar con cualquier otra medicación y es la menos tóxica entre todas las drogas e ingredientes disponibles y aprovechables.

El cannabis es originario del Asia Central y no es tan viejo, tiene apenas unos 10.000 años de existencia y los chinos ya lo usaban terapéuticamente desde 4.000 años a.C. y actualmente sigue como gran planta curativa en la China, India, Medio Oriente, Sudáfrica y en algunos países de Sudamérica.

Un médico y profesor inglés, el Dr. O’Shaughnessy de la Escuela Médica de Calcuta, había ya publicado en el año 1839 un primer artículo referente a los beneficios antiespasmódicos, analgésicos y sedativos musculares de la marihuana. Los 60 años siguientes fueron usados para seguir estudiándola con un sentido serio y científico. Se prohibió su uso en 1937 y en EE.UU. la marihuana fue componente obligatorio de casi 40 medicinas farmacéuticas y todos los estudios curativos fueron suspendidos.

En 1964, el químico R. Mechoulam, de la Universidad de Jerusalem aisló el Tetrahidrocannabinol (TCH) y el Cannabidiol (CBD) que son los principios activos de la cannabis que sirven para tratar algunas enfermedades. En el año 1971 se reiniciaron los estudios de los efectos curativos de la marihuana y en 1992 el mismo Mechoulam consiguió resultados sorprendentes con el TCH en el cerebro humano y, a sus efectos eficientes, denominó la “molécula de la felicidad” por sus resultados sanitarios. La cannabis puede ser usada de diversa forma: con vaporizadores, cápsulas, aerosoles e infusiones orales y por vía dérmica bajo una asistencia médica conveniente.

El uso divertido de la marihuana es ilegal en casi todo el mundo pero su utilización médica y legal es válida en Finlandia, Alemania, Holanda, España, Portugal, Rep. Checa, Austria, Italia, Israel, parte de EE.UU., México, Argentina, Chile, Perú, Colombia y en el Uruguay hasta está permitido su uso recreativo. Acá se importa y se plantea legalizarla.

En el Paraguay, en vez de curar, la marihuana sirve para darle vigencia a la muerte entre narcotraficantes, crear millonarios, apuntalar la joda y el negocio sucio y para consolidar la candidatura de paraguayos sinvergüenzas...

caio.scavone@abc.com.py

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