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Definir quién se queda con la presidencias en el Senado y en Diputados marcará buena parte del horizonte político de 2014 y el primer semestre de 2015. Será la hoja de ruta de la gobernabilidad de los próximos doce meses. Esa no es una cuestión menor para una administración presidencial que a ocho meses de gestión se está terminando de acomodar.
El Presidente de la República tímidamente está empezando a tomar intervención en las negociaciones. Por ahora todo se maneja en reserva. Todavía está explorando caminos y tratando de identificar quiénes realmente podrían ser aliados más allá de los discursos o las necesidades coyunturales. A esas alturas pocas cosas son claras, la áreas grises ocupan la mayor parte en la mesa de conversaciones.
Hasta que el presidente Cartes logre tener mayores certezas es poco lo que podrá avanzar sin comprometer su administración. Por ahora todavía anda a tientas tratando de mantener cierto equilibrio.
En la Cámara de Senadores no todo es lo que parece. No son pocos los senadores colorados que en público se muestran fieles aliados del Ejecutivo, pero puertas adentro son férreos opositores. Las conversaciones buscando mayorías y tratando de cerrar alianzas se manejan en ese contexto.
Pero esta oposición interna dentro del Partido Colorado solo verá la luz si las alianzas permiten tomar cierta porción de poder pensando en las elecciones internas y municipales que se acercan. Si no logra cuajar algún acuerdo en esos términos los colorados opositores seguirán en las sombras. Agazapados esperando el momento.
El senador Juan Carlos Galaverna, lanzado prematuramente por el presidente Cartes como candidato a presidir el Senado, está en intensas negociaciones para tratar de hacer realidad su deseo de presidir la Cámara.
El panorama es muy complicado porque hasta ahora los votos no alcanzan para llegar a la presidencia de la Cámara Alta. Eso obliga a analizar como salida un tercer candidato de consenso para asegurar el cargo.
En la Cámara de Diputados las peleas internas bien podrían hacer perder la presidencia a los colorados que tienen mayoría propia. Si se ponen de acuerdo nadie puede disputarles la presidencia. Con 45 diputados tienen la capacidad de imponer.
Más allá de estas mayorías y las diferencias internas entre colorados, el Presidente de la República tiene sus propias prioridades en función de los planes que pretende llevar adelante este año para impulsar el desarrollo de la infraestructura.
Lo que está por verse es la capacidad que tiene el presidente Cartes para cerrar acuerdos en el Congreso en función a sus objetivos de gobierno.