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En su nota, los sindicalistas se quejan de que la ANDE opera por debajo del margen de rentabilidad. Sin embargo, olvidan preguntarse por qué. La respuesta es bastante sencilla: ¡La ANDE no alcanza los márgenes de rentabilidad no por la falta de recursos, sino por su propia ineficiencia y corrupción! Así, la desidia de los funcionarios (de ayer y hoy), la burocracia estatal del monopolio, la corrupción de sus autoridades y el inflado y pesado funcionariado hacen que la ANDE pierda US$ 260 millones al año. ¡Jamás en el Paraguay tanta riqueza fue derrochada con tan grande irresponsabilidad! Las pérdidas mencionadas no incluyen los robos realizados por funcionarios, la corrupción de la mafia de la clase política, la mafia sindical y la mafia de los proveedores y seudoempresarios, que, en complicidad con el sindicalismo y la clase política, han logrado amasar fortunas vendiendo equipos y servicios muy por encima de los precios de mercado.
Los sindicalistas también acusan a las empresas privadas de Villarrica y a las colonias Menonitas de recibir subsidios de energía, y afirman que la tarifa establecida no refleja los costos de transmisión de energía. Los sindicalistas olvidan que quienes fijan la tarifa son los propios funcionarios de ANDE. Y en algo tienen razón: las tarifas establecidas solo incluyen los costos técnicos (pérdidas técnicas) en transmisión y distribución, no así los costos de la ineficiencia, la desidia, la burocracia y la corrupción. Entonces es claro que los costos calculados no reflejan los costos de la inoperancia, que hoy día se suman a los costos técnicos de transmisión y distribución de energía, costos que todos los paraguayos estamos pagando. ¿Pero cuál es el verdadero problema de los sindicalistas con estas dos empresas privadas? Que mientras ANDE opera con un 30% de pérdidas y con un pésimo servicio de electricidad, CLYFSA y las Colonias operan con un 6% de pérdidas, brindando un servicio de calidad por el mismo costo para sus usuarios.
Lo sindicalistas culpan además a las empresas privadas de electricidad del desbalance financiero que estas empresas privadas le generan debido al “supuesto subsidio”, pero olvidan que ambas empresas juntas consumen menos del 2% de toda la potencia contratada por la ANDE. Me pregunto qué clase de matemática financiera utilizan estos sindicalistas. ¡Quizás sea la matemática sindical! La misma que utilizaron para determinar que hoy día la ANDE es “1.700% mas eficiente” que en el año 1961. Es para reírse. ¡Vaya forma de medir la eficiencia! Y pensar que esta nota esta firmada por el sindicato de ingenieros de ANDE. ¡Una verdadera vergüenza!
Los sindicalistas también mencionan “el tiempo récord” en que lograron restablecer las tres subestaciones incendiadas, pero olvidan que el verdadero récord fue la cantidad de subestaciones que se incendiaron en un lapso de 45 días. Claro que también olvidan que la causa principal de los incendios fue la falta de mantenimiento, la inoperancia administrativa y la desidia operativa de los funcionarios de ANDE. Para los sindicalistas, el incendio de las subestaciones fue un complot nacional e internacional de “privatistas” y multinacionales, un complot que viene gestándose hace más de 25 años. Me pregunto si es el mismo grupo conspirador neoliberal que está operando contra Maduro en Venezuela, contra Cristina en Argentina y contra Dilma en Brasil. ¿Quiénes serán los responsables de que un pedazo de la turbina de Acaray terminó en el fondo del río? ¿Será por la falta de mantenimiento de los equipos? ¿O quizás fueron los neoliberales?
Finalmente, los sindicalistas de ANDE advierten a los ciudadanos paraguayos que las empresas privadas de electricidad, desde California hasta la Argentina, prestan un servicio caro y de mala calidad. Cómo explicarles a los sindicalistas que comparar a la ANDE con PG&E de California es como comparar una bicicleta de 1964 con un auto Tesla del 2016. Cómo explicarles que no requieren ir a California para ver eficiencia. ¡Sólo tienen que llegar hasta Villarrica!
* Ing. Nelson Cristaldo: Recibió el título de ingeniero eléctrico en Temple University (USA) y el título de Master en ingeniería en sistemas de potencia en Florida International University (USA). Actualmente se encuentra trabajando como consultor del área de Planificación Energética.