La danza de los delfines

Contrariamente a lo que podría pensarse, la expresión delfín, para designar al sucesor de alguien en el poder, no deviene del nombre de estos simpáticos y amigables mamíferos, sino de un título nobiliario francés, el dauphin de France, heredado durante casi 500 años por quienes fueron ocupando el trono entre los siglos XIV y XIX.

Cargando...

De allí la popularización del término delfín para nombrar al candidato a la sucesión.

Paradójicamente al concepto de poder y autonomía, en el mundo animal es reconocida la capacidad de los adorables delfines para aprender y obedecer las órdenes más complejas del adiestrador, una capacidad animal no igualada por ninguna otra especie.

Esta fue también una semana en la que el presidente ya comenzó a mostrarse públicamente con su delfín. Para ello eligió como escenario la residencia de adultos mayores del IPS, hasta donde llegó con el ministro de Hacienda, para desarrollar más visiblemente la campaña de promoción y aceptación de la figura del joven técnico, a quien pretende arropar políticamente con el gobernador de Itapúa, también presente en Cordillera, como compañero de chapa y candidato a vicepresidente.

Fue un nuevo sondeo del presidente para ir testando la opinión pública, mientras una encuestadora sigue haciendo su trabajo.

El mismo ministro, ya en entrevistas con tono de candidato, se encargó de confirmar que el propio Cartes le pidió que se acercara a las bases para que lo conozcan y que también tenga la oportunidad de conocerlas.

Las bases, esas que pueden llevar al cielo o al infierno partidario, dependiendo de cuánto consigan obtener del candidato en cuestión.

Cartes las conoce muy bien, desde las internas municipales de 2010, cuando comenzó su arquitectura para llegar luego a la presidencia del país, siendo un precoz afiliado colorado de generosos recursos.

Esta campaña por Peña, evidenciada también en los medios del presidente, llevó al vicepresidente Afara a tener que asumir anticipadamente su intención de candidatura, algo que desde hace un tiempo su grupo venía tratando de instalar como idea en la dirigencia intermedia.

Tanto él, como Hugo Velázquez, ya anunciaron que si el elegido es Peña dejarán el cartismo.

Y sin delfines, pero con río revuelto, algunos pescadores de la disidencia que presencian este cruce, ya lanzaron sus elogiosos anzuelos intentando atrapar algo con la correntada.

Un antiguo político que responda y de satisfacción a los intereses y apetencias de la dirigencia intermedia. O un joven técnico, débil políticamente, pero con un perfil más atractivo fuera que dentro del centenario partido.

Esa es la confrontación que se plantea ya públicamente en el oficialismo.

Fiel a su naturaleza, el presidente sin embargo parece haber tomado una decisión de la que no piensa apearse hasta lograr imponerla: designar como candidato al joven economista de 38 años, afiliado hace poco más de seis meses al partido.

Santiago Peña. El ministro que había llegado al directorio del Banco Central del Paraguay propuesto por el partido liberal, al que estuvo afiliado más de veinte años.

El técnico que dijo que ni siquiera sabe dónde queda el local del PLRA, que votó en varias internas, y que en el 2008 cree que lo hizo por Lugo y en el 2013 ni siquiera sufragó.

El joven que tuvo la oportunidad de hacer una maestría en EE.UU. y trabajar para el FMI.

Alguien, que de ser designado, deberá dormir siempre como lo hacen los delfines, con un ojo abierto, por las dudas, para no ser devorado por los tiburones con los que deberá convivir en la campaña.

guille@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...