La carpa de la mentira

Cargando...

Estamos asistiendo nuevamente a una oleada de movilizaciones de los que dicen querer tierra, por un lado, y por el otro, de las autoridades que dicen buscar solución para los movilizados, prometiendo tierra, asistencia técnica, crediticia, entre otras promesas. Entre una y otra carpa lo que sobra es la mentira. Ni los que vienen a manifestarse en la capital quieren tierra para trabajar ni los que están en las oficinas quieren buscar solución a un problema que tiene más años que la misma República. Es pura mentira.   

Los que ahora se movilizan se hacen llamar carperos, incluso dicen tener una asociación a nivel nacional. Son los que colocan carpas precarias en los linderos de alguna propiedad para amenazar con invadir la finca mientras se surten de los cultivos o animales del dueño.   

Son los que anteriormente se juntaban bajo la denominación de alguna organización campesina y exigían lo mismo. No sé cuál será la diferencia entre unos y otros, pero debe existir. Al menos los de la Federación Nacional Campesina no comparten la metodología de "lucha" de los carperos.   

Por lo que comprobé personalmente, estos llamados carperos tienen mejor infraestructura en los lugares donde se ubican y son manejados más abiertamente por los caudillos políticos de las zonas. Tienen buenas camionetas y no les faltan víveres. Tampoco se ubican muy lejos de las zonas urbanas, o sea donde tienen sus casas y se movilizan en motos.   

Este contubernio entre los dirigentes campesinos y los caudillos, locales y nacionales, es un eterno retorno que vuelve cada cierto tiempo. Y para que conste que no tiene nada que ver con el color de camisa del presidente, rojo o verde, los que hoy les utilizan a estos prójimos son los líderes del conglomerado político que están en el gobierno.   

La verdad es que nadie quiere resolver el problema. La solución no beneficia a ninguna de las carpas, el negocio está en seguir con el conflicto para echar mano al dinero público cada vez que se acerca alguna elección.   

Si se hubiera querido se podía mirar cómo otras naciones pasaron de la era agrícola a la industrial; de la tecnológica a la digital. Pero no se quiere porque acá lo que florece es la industria de la especulación, del vyroreí y de la complicidad entre caudillos y aprovechadores que se hacen llamar dirigentes campesinos.   

En un país como el nuestro, donde no somos tantos y la mejor riqueza natural es la tierra no se explica el problema. Y eso se nota porque la gente que quiere trabajar y producir se consiguen sus lotes, alquilados o a cuotas y los explotan para beneficio de ellos y de sus familias.   

Así que este cuento de los carperos es pura mentira y las soluciones que se ofrecen también. Una pena.   

acantero@abc.com.py  
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...