Cargando...
La situación que vive en Ecuador el diario El Universo, es el ejemplo perfecto que ilustra el peligro de una ley de prensa, cuya aplicación puede ser distorsionada por intereses políticos y doctrinarios. Todo comenzó a raíz de un artículo del 22 de marzo pasado, donde el diario publicó una nota sobre el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS y una supuesta deuda del Estado, que titulaba “Deuda estatal por $1700 millones afecta al sistema de salud IESS”. El reportaje fue cuestionado por la Superintendencia de la Información y Comunicación, y El Universo publicó una réplica, pero esta no satisfizo al organismo regulatorio.
El punto de la discordia es que la réplica que se publicó, no incluía el texto literal remitido por la Secretaría de Comunicación y no se utilizaba el titular que ellos habían fijado. El Universo se negó a cumplir el mandato por considerarlo una “intromisión editorial” y se declaró en resistencia ante la sanción impuesta por la Superintendencia de la Comunicación del 10% de su facturación promediada de los últimos tres meses, aproximadamente 350.000 US$, porque no existían garantías para el debido proceso.
Este hecho marca en forma clara los excesos de las leyes mordaza, entre las cuales la de Ecuador es la peor de todas. Ya la libertad editorial quedó a un lado y es el ente estatal el que se toma la decisión, cuando lo que subyace en el fondo es el establecer un control, a través de las sanciones económicas, hacia aquellos medios que son incómodos para el poder. La base de un periodismo independiente está en la libertad editorial. El editor es quien elige la redacción de los títulos y no puede entregar esta atribución a censores estatales que abusan del mismo.
Las leyes de réplica, que aparecen consagradas en muchas constituciones de los países del mundo, se basan en el fundamento que toda persona que considera que ha sido ofendida injustamente, o aludida a través de un medio de comunicación, tiene el derecho a que su rectificación sea difundida, en los mismos términos en que se le mencionó. Tal rectificación es un proceso que fortalece la información periodística. Pero esto no tiene nada que ver con el abuso de las leyes mordaza que buscan eliminar el editor y colocar en su lugar al censor oficial, disfrazado en el aparato estatal a cargo de la obligatoriedad de este atropello.
¿Por qué sucede esto en Ecuador? Sería interesante conocer, por ejemplo, la opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que esta semana aprobó como nuevo juez al ecuatoriano Patricio Pazmiño, conocido por su cercana amistad con el presidente Rafael Correa y que, en palabras del congresista ecuatoriano, Andrés Páez Benalcázar, “fue uno de los que sacramentó la Ley Orgánica de Comunicación”; ley mordaza, utilizada para multar a medios de comunicación, como ha ocurrido con El Universo, y censurar e intimidar a los periodistas. Como se escucha por todas partes ¿no será que Correa logró implantar en el seno del sistema interamericano, el cual tanto ha atacado, su propio “caballo de Troya”?
@julioemunoz (*) Ex director ejecutivo de la SIP