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Cuando las propias instituciones del Estado contaminan humedales y crean un ambiente insalubre en toda una comunidad, sea por falta de planificación y previsión, raya en lo criminal.
En el distrito de Emboscada fueron construidas tres penitenciarías en los últimos años. Tienen capacidad para unos 1.000 internos, pero albergan a un promedio de 2.800 presos.
Los establecimientos penitenciarios fueron construidos en una zona de humedales y si hay lluvia o creciente se inundan. Esa situación y la falta de previsión hicieron que los tres pozos sépticos construidos en el lugar colapsaran en poco tiempo.
Ante este hecho, las autoridades carcelarias no tuvieron mejor idea que arrojar los desechos cloacales en crudo en el esteral. Las aguas negras caen directamente en un cauce que tiene su naciente en el lugar y que desemboca en el río Piribebuy, principal afluente del río Paraguay.
Actualmente un área de más de 10 hectáreas se encuentra completamente contaminada y ha creado un ambiente de insalubridad terrible para los pobladores. El hedor es tan insoportable que muchos vecinos no tuvieron más remedio que mudarse.
Las autoridades comunales denunciaron el hecho ante el Ministerio de Justicia, cuyos responsables prometieron una solución, que no llegó.
También se realizó una denuncia en la Secretaría del Ambiente (Seam) a finales de julio, pero el director de Fiscalización, Ing. Edmundo Duré, dijo que no tienen tiempo aún para realizar la verificación.
La secretaria de Ambiente de la Gobernación de Cordillera, Limpia Silguero, estuvo en la zona hace dos meses, levantó evidencias y tomó fotografías que, según dijo, eran solamente para el archivo de la dirección.
Con esto queda evidenciada la inoperancia de las autoridades de control y protección del ambiente.
desire.cabrera@abc.com.py