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Crítico significa altamente deficitario por las deficiencias que arrastra desde hace décadas; deficiencias en infraestructura, equipamiento, materiales didácticos, formación actualizada de los profesionales de la educación, investigación educativa, real inclusión de discapacitados, educación eficaz en bilingüismo, impune corrupción y baja calidad (salvo escasas excepciones) de la educación superior en universidades, institutos superiores, institutos de formación docente e institutos técnico-profesionales, etc.
Crítico significa también que el sistema educativo sigue coaccionado y amenazado por intereses electorales (plataforma, votos cautivos, dinero) e intereses de poder de políticos y partidos políticos, presionando en el ministerio para instalar operadores políticos en cargos docentes, directivos y de supervisión, y en universidades privadas y del Estado e institutos superiores.
Finalmente crítico porque Paraguay no puede escapar a la crisis mundial de la educación. Se trata de una crisis de crecimiento, de necesaria reforma permanente, de desarrollo vertiginoso, con tantas posibilidades de innovación que lo difícil es elegir qué hacer ante tantas ofertas diferentes.
Las grandes universidades tradicionales en vanguardia se encuentran desafiadas por nuevas universidades e instituciones académicas creativas como Singularity University, Minerva University, Khan Academy y Peer-to-Peer University.
Eminentes especialistas, reconocidos mundialmente, también tienen sus propuestas. Édgar Morin propone “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” y, por su parte, Howard Gardner, creador de la teoría de las múltiples inteligencias, considera que hay que desarrollar en la escuela, la sociedad y el mundo laboral “Cinco tipos de mentes para el futuro” (2008).
La fecunda explosión de ofertas educativas tiene sus raíces en grandes descubrimientos del siglo XX, que han producido transformaciones espectaculares en las ciencias cognitivas y consecuentemente en las teorías y modos de entender el conocimiento (epistemología), justamente cuando hemos desembocado en la sociedad de la información y el conocimiento.
La teoría de la relatividad, seguida de la teoría cuántica y su “principio de indeterminación”, continuando con la cibernética de primer y segundo orden, que incluye al observador en el proceso de observación y finalizando el siglo con la teoría del caos, son aportes científicos cuyos efectos están desestabilizando a la pedagogía tradicional. Se han cruzado las fronteras de las disciplinas creándose zonas híbridas, que son iluminadas por nuevos modos de ver la complejidad de la realidad y nuevos modos de pensar (D. Najmanovich).
En Doha (Qatar) se reunieron del 4 al 6 de noviembre 2015, más de 1.500 expertos, pensadores líderes, políticos influyentes y tomadores de decisiones procedentes de más de 100 países, que compartieron sus experiencias a través del estudio de soluciones innovadoras ante los retos educativos del mundo actual. Como preparación para la Cumbre la Fundación Qatar hizo una encuesta a 15.000 especialistas de todo el mundo.
En esta Sexta Cumbre Mundial sobre innovación en educación (WISE 2015) se concretó la proyección para el año 2030. En los próximos quince años la mayoría de los países habrán cambiado radicalmente sus sistemas educativos. El impacto progresivo de las tecnologías entre otros factores ha puesto en crisis sustancial a los sistemas y procesos educativos. Fue muy difícil elegir entre todas las propuestas. Algunas de las conclusiones de la Cumbre ya las tenemos previstas hace algunos años, pero el conjunto de lo allí propuesto es extremadamente desafiante.
Por ejemplo, “el currículo estará personalizado a la medida de las necesidades de cada estudiante y en el proceso educativo primará la adquisición de competencias y habilidades sobre el saber académico”. “El aprendizaje también será personalizado, tenderá hacia la autonomía de los estudiantes, será permanente y más caro”. “Las clases magistrales habrán pasado a la historia y los profesores serán facilitadores y guías”. “Los colegios serán centros interactivos con las ventanas abiertas constantemente a todo el mundo”, etc.
Está claro: el primer y segundo nivel crítico de nuestra educación, de los que escribí al principio, son urgentes; los cambios del tercer nivel crítico son imperativos y nada fáciles
En otros países preguntan a 1.500 expertos qué cambios y cómo hacerlos, aquí algunos padres, profesores, políticos y gremialistas optaron por apoyar a los adolescentes secundarios. Así es nuestra política.
jmonterotirado@gmail.com