Estas declaraciones habrán causado gracia en el entorno del Mandatario. Para muchos, fueron desatinadas, irrespetuosas, y desnuda el poco interés que tiene en resguardar los ricos recursos naturales del país.
El concepto y la puesta en marcha del modelo de economía mundial basado en el desarrollo sostenible le queda lejos a Cartes; muy lejos.
El caso del cerro León tiene repercusiones nacionales y podría tener consecuencias internacionales. Las razones son claras, y cito algunas más que evidentes:
1. La serranía se encuentra en el parque nacional “Defensores del Chaco”, protegido por Ley;
2. fue declarada por la Unesco como biosfera de protección mundial;
3. modificaron el plan de manejo del parque en forma engañosa, al promulgar Cartes la Ley Nº 5392, bajo el supuesto establecimiento de los linderos. Sin embargo, los linderos siguen tan iguales como desde 1975, y lo que se modificó realmente fue abrir la posibilidad de la explotación minera para uso comercial.
4. el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) cambió su Relatorio de Impacto Ambiental (Rima) que presentó a la Secretaría del Ambiente (Seam), pasando de una prospección para aprovechar material pétreo por supuesto estudio de actualización de mapa de suelo.
5. el cerro León forma parte del territorio ayoreo, etnia que tiene comunidades silvícolas, situación valorada a nivel mundial, y afectar su hábitat puede deteriorar aun más la imagen externa del país.
6. es una zona inexplorada geológicamente, con fauna y flora únicos en el área, además de los recursos hídricos superficiales y subterráneos.
7. Investigadores paraguayos y brasileños trabajan sobre la teoría de que esa formación rocosa en el Chaco se debe al impacto de un enorme meteorito, que formó una gran corona en Bolivia, gran parte de Brasil y donde está el cerro León. Por ende, ocultaría ricos minerales que se pueden perder como base de pavimento.
El cerro León no se ha tocado ni siquiera en tiempo del dictador Alfredo Stroessner. Hubo un intento de explotación de Lino Oviedo, que fue truncado en su momento.
Seguramente, el presidente Cartes entiende que la defensa del cerro León es un capricho de ambientalistas extremistas. Pero no es así. Existen argumentos científicos que resaltan el valor y la riqueza natural del lugar.
Un grupo de personas, que está ahora en el Gobierno, no puede tomarse la libertad y en forma graciosa destruir una riqueza del Chaco, en detrimento de futuras generaciones.
¿Y si en vez de enjaular al cerro León se les enjaula a los depredadores de recursos naturales? No será utopía, ya que hay penas carcelarias para los que cometen delitos ecológicos y para los que los autorizan.
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