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La revisión del Tratado de Itaipú, y en especial del Anexo C, resultan de inmenso interés para la mayoría de los paraguayos, porque finalmente y luego de 50 años de espera, la astronómica deuda con Brasil será cancelada en su totalidad. Esta astronómica deuda es el resultado de la corrupción, las continuas malas negociaciones y del entreguismo de nuestros anteriores representantes. La deuda de Itaipú ascendió tanto que hoy día se podrían construir cinco usinas iguales a la binacional por el monto total de la deuda pagada hasta la fecha. Es justamente el pago total de la deuda el evento más importante quizás de toda esta década, puesto que hoy día el costo de la deuda es el factor más preponderante en el cálculo del costo de la energía de Itaipú.
Uno de los puntos mas interesantes de la exposición, y de gran interés nacional, es que el costo de la energía irá cayendo a partir de los próximos dos años, de US$ 44 el MWh (2019), a US$ 26 para finales del 2021 y aproximadamente a US$ 15 para el 2023, cuando la deuda sea completamente pagada.
Esta reducción en el costo de la energía eléctrica significa una oportunidad única e inigualable para la industria paraguaya, el desarrollo económico del país, la prosperidad y la mejora en el nivel de vida de los ciudadanos. Pero esto significa al mismo tiempo que los empresarios, industriales e inversionistas deben estar listos para la reducción del costo de la fuente madre de todas las industrias: “la energía eléctrica”, y así mismo debe estar lista la infraestructura para consumir la vasta cantidad de energía limpia y barata producida por Itaipú.
Es necesario mencionar que en Brasil, la Federação das Indústrias do Estado de São Paulo (FIESP), fundada en 1928, que conglomera a mas de 130.000 industrias, considerado “el poder detrás del poder” por el inmenso peso económico y la influencia política que representa. La FIESP se prepara para el mayor auge industrial y económico ya anunciado por el ministro de Economía Paulo Guedes - Brasil recibirá “un choque de reindustrialización, con energía barata”. En Brasil, la FIESP es realmente el jugador mas importante para la revisión del tratado, puesto que son los industriales e inversionistas brasileños los que irán a utilizar la mayor cantidad energía para producir riquezas y generar prosperidad en el Brasil. Así mismo, el Brasil tiene hoy día el mercado de energía eléctrico mas importante del Sudamérica, y las empresas privadas de transmisión y distribución eléctrica, que les permite transportar y distribuir la electricidad de forma segura, robusta y confiable a sus industrias. La administración del Pdte. Bolsonaro prepara también un paquete de reformas que incluye: una gran reducción del gasto publico, una profunda reforma impositiva con el objetivo de reducir los impuestos, reducir el aparato estatal, reducir la burocracia y por lo tanto eliminar la corrupción y así crear las condiciones propicias para que el sector privado pueda desarrollarse y prosperar.
Por otro lado, en Paraguay, el gobierno, lejos de estar preparando, las condiciones y los incentivos necesarios para un auge industrial y económico; parece que se esmera en presentar leyes con más impuestos para los sufridos ciudadanos; generan masivas contrataciones de funcionarios zánganos en los diferentes poderes del Estado. El dinero de productores, industriales y de los ciudadanos en general se consume como leña al fuego en salarios de planilleros. Muchos políticos y opinólogos hablan inclusive de mantener el costo de la energía elevado a US$ 45 para que el Estado “recaude” y lo malgaste en prebendarismo y corrupción o seguir nutriendo a la ANDE de dinero fácil para continuar solventando la desidia, la ineficiencia y su tremenda incapacidad de acompañar a la industria paraguaya.
La UIP tienen el deber patriótico y la responsabilidad de marcar las pautas de las negociaciones de Itaipú y empujar las reformas para reducir el aparato estatal y para darle rienda suelta a la astucia, la ingenuidad, la innovación y el patriotismo de los valientes paraguayos que quieren prosperar, invertir y generar puestos de trabajo, riqueza y prosperidad para sus conciudadanos. La inmediata desmonopolización del sector eléctrico, la creación de un órgano regulador, la creación de un mercado de energía y el desarrollo de la industria eléctrica son factores fundamentales para nuestro desarrollo. La UIP y la FIESP serán los principales actores de estas negociaciones.
* Especialista del sector Energía
ncristaldo@icloud.com