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En dicha encíclica, el papa Francisco lamentaba y expresaba su dolor por tanto daño a la naturaleza, por la inmisericorde deforestación, por la contaminación del agua y por las emisiones de gases de efecto invernadero.
El compromiso del presidente Cartes, en cumplimiento de esta encíclica, como lo dijo, es evitar la deforestación, alentar los procesos y campañas de reforestación, la restauración de cauces hídricos, la protección de los recursos naturales.
Lo más cercano que tiene el presidente Cartes para demostrar estas buenas intenciones con el ambiente es el caso del Cerro León.
La Corte Suprema de Justicia rechazó este jueves un recurso de inconstitucionalidad ante las intenciones del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), con apoyo de la Secretaría del Ambiente (Seam), de realizar una prospección de recursos rocosos del Cerro León para su utilización como pavimento pétreo en comunidades chaqueñas.
Con dicho rechazo de la Corte, la Seam podrá otorgar la licencia al MOPC.
Pero ello puede truncarse si realmente el discurso de presidente Cartes fue sincero y verdadero ante el Papa, ya que se trata de la posible explotación de una parte de un parque nacional de protección de la Unesco, que declaró esa zona como reserva de biosfera mundial.
Basta con ordenar al MOPC y a la Seam que el Cerro León “no se toca”.
La otra prueba de compromiso que tiene el Mandatario es con el planeta mismo, conforme al pedido del papa Francisco en “Laudato Sí”. Es la próxima cumbre de París, Francia, donde nuestro país debe llevar un informe sobre lo que se hace y se hará en la campaña de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Dicho informe, de interés internacional, debe reflejar la realidad nacional, y es la matriz energética una de las claves de esa fidelidad con la verdad, ya que mientras se habla de una base energética “limpia” a base de hidroeléctricas, la situación del campo indica que aún se está deforestando para uso de leña como fuente energética de varios hogares y de industrias que tienen aún hornos a base de estos recursos naturales.
“Laudato Sí” exige un cambio de chip, y de las amenazas y debilidades se pueden lograr oportunidades. Así, el Cerro León puede quedar tal cual como está y ser un sitio turístico, para potenciar esta industria que atrae muchos recursos.
También mirar nuevos horizontes para un ajuste más veraz de la matriz energética, con una ventana de exploración y explotación de otras energías renovables, como las fotovoltaicas (placas solares) en zonas como el Chaco y norte de la región Oriental, o las eólicas.
Los compromisos asumidos hay que cumplirlos, y será muy beneficioso para todos.
walberto@abc.com.py