Cargando...
Hasta hace unas semanas, antes de la jornada electoral, era casi imposible tan siquiera pensar que el dirigente colorado pudiera tener un revés, atendiendo al enorme caudal económico que acostumbraba repartir entre sus seguidores.
Sus cientos de operadores políticos, que por cierto gozaban de sueldos pagados por el parlamentario, comentaban a diario la gran cantidad de dinero que eran repartidos entre los habitantes del Alto Chaco a fin de captar votos para el “todopoderoso” de la región.
“El tío”, apodo con el que todos sus seguidores lo conocen, recorría las comunidades y en todos los lugares donde iba dejaba cientos de regalos, como electrodomésticos y celulares. Hasta compró un camioncito para una localidad indígena para que puedan acarrear postes. Sin embargo, tanta “generosidad” esta vez no le sirvió para continuar libando de las mieles del poder a través de un escaño en el Parlamento.
Las concentraciones políticas realizadas en las diferentes comunidades, donde se podía notar gran cantidad de personas, hacía suponer una fácil y segura victoria de Chamorro.
El resultado de las urnas, contrariamente, demostró que una gran parte del electorado parece haber recuperado algo de dignidad. Sin embargo, esto es solo en forma superficial, ya que los adversarios ocasionales también se caracterizaron por el despilfarro de mucho dinero para la compra de conciencia de electores.
Lo que pasó en las elecciones coloradas en el Alto Paraguay es el resultado del desgaste político y la voluntad soberana del pueblo.
calmiron@abc.com.py