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La vía de 16,6 kilómetros cruza importantes compañías con laboriosos pobladores; por lo tanto, es vital que concluya el pavimentado pétreo.
El viceministro de Obras, Max Rejalaga, cuando fue consultado sobre el tema, lejos de admitir la equivocación no ahorró calificativos e improperios para tratar de justificar lo injustificable. Trató de confundir aduciendo que hubo “mala interpretación del aviso propagandístico.
Dos días después de la denuncia y al no encontrar argumentos creíbles para defender lo indefendible, finalmente el MOPC, a través de su director de comunicaciones, admitió que se deslizó un “error” en el aviso. Debido a la “premura” no se verificó la información proporcionada por los directores, según la explicación.
El hecho dio pie a que la ciudadanía denuncie y ponga en evidencia que las cosas ya no son como antes. Ya pasó el tiempo en que se promocionaban obras inconclusas o sin realizarse como el famoso “empedrado chino”. Es más, tras las publicaciones de la “descarada mentira” del MOPC, numerosas personas llamaron para quejarse de que decenas de “paladas iniciales” realizadas por el ministro Buzarquis para asfaltado y empedrado de calles, así como construcción de puentes, quedaron en la nada.
Al parecer, las autoridades de turno del MOPC olvidaron la importancia de gozar de la credibilidad y la confianza de la ciudadanía, más aún si se pretende mantener el poder.
desire.cabrera@abc.com.py