Cargando...
La fecha especial se trata de cada 12 de junio, aniversario de la firma de paz entre paraguayos y bolivianos para que finalice la guerra protagonizada entre nuestro país y Bolivia desde 1932 hasta el 35. En esa guerra lucharon 250.000 bolivianos y 150.000 paraguayos. Bolivia perdió 60.000 efectivos y nosotros unos 30.000.
Este simple arqueo ilustra la valerosa y patriótica acción de los paraguayos en esa lucha librada por la tenencia y supremacía de las tierras chaqueñas y las aguas de la margen derecha del río Paraguay. La riña entre paraguayos y bolivianos no solo consistía en gatillar las armas sino también en desenfundar estrategias para sobrepasar las verdaderas trincheras que ofertaban la falta de agua, la maraña vegetativa, el clima chaqueño inentendible con el calor del verano y su baja temperatura invernal y la aridez de su suelo, entre alimañas y otras condiciones desérticas e inhospitalarias.
Admiro los versos del poeta y combatiente Emiliano Rivarola Fernández y hasta su “13 Tuyutí”, pero a 82 años de la firma y del uso de la pipa de la paz, considero que los bolivianos se merecen un trato con muchos decibeles en declive. Sabemos que el guaraní es una lengua muy expresiva, pero después de tantos años de pactos y armonía estimo que debemos tenerles un poco más de consideración y estima a los bolivianos.
Sigue cantándose esta canción y continúa legendaria a lo ancho, largo y alto del todo el Paraguay. Algunos dicen que la música, hecha por Ramón Vargas Colmán, se llamaba “Nanawa de gloria”. No existen festivales y cualquier jornada musical de menor cuantía que no deje sonar el nombre del regimiento del que formaba parte el poeta Emiliano.
Admiro mucho el patriotismo, el fervor, la lucha, el coraje, el esfuerzo y el sacrificio de los combatientes chaqueños. Mi padre, Tte 1º César Scavone, fue condecorado con la Cruz del Chaco y la del Defensor por el mismo Mcal. José F. Estigarribia en la ciudad de Villarrica, pero nunca le escuché decir: “okuarúva último bolí kuña”.
En este martes 13, de no casarme ni con la joda, quiero referirme que existen también muchos otros patriotas como los menonitas, ya paraguayos, que siguen convirtiendo al mismo Chaco en un vergel productivo, a los que chapotean en el agua del Ñeembucú y a los que le acercan la ayuda privada, a los buenos maestros que se matan por enseñar y a los policías que se mueren por defender, a los agricultores que trabajan sin asistencia técnica ni crediticia y a mucha otra gente que se esmera por un Paraguay mejor.
Ya no sirve tanto escrache a los bolivianos. Si tanta falta nos hace incentivar la exaltación y el fervor paraguayo, comencemos a pensar mejor frente a las urnas de votación, a exigir mejores caminos e infraestructuras sin corrupción, a obligar agua potable, seguridad y menos contrabando, mejor agricultura, salud y educación, marihuana para curarnos y no para los narcos, parlamentarios que lean pero que tengan lectura comprensiva, aduaneros millonarios, gobernantes limpios y decorosos, entre un montón de cosas más.
Ya no los bolivianos sino estos ladrones son los que hoy deben ser el “kokue y el chircaty” y cercenados con el machete del “13 Tuyutí” de Emiliano y de todo el Paraguay...
caio.scavone@abc.com.py