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Bajo distintos ángulos se puede enfocar el tema, haciendo siempre en forma didáctica y delicada. Enseñar la parte de la anatomía del cuerpo humano es básico. Se puede realizar con manuales y videos. Para que los más chiquitos y las más chiquitas puedan comprender a cabalidad, hay que hablar en forma clara y sencilla. E ir por etapas, de acuerdo a la edad y a los grados de los pequeños.
No solamente ellos necesitan conocer la anatomía. Sino que hay que explicarles las zonas íntimas donde no deben permitir que les toquen. Y si es que existe alguien que trata de hacerlo, tiene que contar a mamá.
En este caso, hablamos de criaturas muy chicas todavía, sin capacidades físicas de defenderse de los más grandes. Debemos considerar que los abusos y las violaciones, sufren hasta los bebés, totalmente incapaces de defenderse.
Aquí, la responsabilidad es absoluta de los adultos, que en realidad tienen el deber de cuidarlos a full y velar por su seguridad hasta cuando están dormidos.
A los tres años la mayoría de los infantes maneja casi perfectamente el lenguaje y se da cuenta lo que puede dañarles físicamente y lo que les produce dolor. Esto por un instinto de conservación.
La psicología infantil analiza en la actualidad el cerebro de los chicos y se maravilla de lo avanzado que se encuentra para captar la realidad.
Los niños son muy rápidos en todo sentido y esto puede ayudar para poner en alerta a los padres. Es muy difícil establecer estrictamente los parámetros para educar de acuerdo a las edades, pero debemos ponernos de acuerdo, que hay que comenzar lo más temprano posible. E incluso haga falta educar de nuevo a los padres para que puedan transmitir el conocimiento con amor y respeto.
Por otro lado, la educación a adolescentes, ya toca la salud reproductiva, embarazos indeseados y enfermedades transmisibles. También aquí se habla de usos de anticonceptivos. Aunque los jóvenes podrían cuidarse más, lo mismo pueden ser víctimas de abusadores y violadores. Estos delitos no respetan edad ni condición social. A cualquiera le puede ocurrir.
Educadores, psicólogos, padres, sacerdotes, pastores evangélicos, médicos y comunicadores pueden involucrarse en esta educación. No solamente ver la anatomía del cuerpo, sino ver en lo mental y espiritual, para corregir algo que nos duele mucho como son los abusos de pequeños.
Todos tenemos que trabajar porque a nuestros hijos, sobrinos o nietos, les puede llegar a suceder. Y lamentar después, sería muy tarde. Recuperemos los valores cristianos y hormorales, pongamos de moda las buenas costumbres y cuidemos la salud mental y espiritual de todos y todas.
No permitamos que los hijos tengan acceso a materiales pornográficos ni que consuman drogas. A la luz de la Biblia, Dios creó al hombre y a la mujer para perpetuar la especie.
De manera que la relación es entre dos y con sexos opuestos. Una verdadera educación sexual debe buscar la transformación moral.
No permitir la perversión porque el sexo viene de Dios y es algo sagrado. Si desvirtuamos el mandato divino, vamos camino a Sodoma y Gomorra y eso seria el final. Todavía estamos a tiempo de renovarnos totalmente a nivel psíquico y espiritual. No tenemos que olvidar que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Protejamos a los mas vulnerables no con una educación tibia sino con una auténtica revolución que nos devuelva la condición humana en toda su dimensión y especialmente en lo espiritual.
blila.gayoso@hotmail.com