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El estancamiento económico del departamento del Guairá no es un tema nuevo, pero es necesario insistir en la necesidad de promover la instalación de industrias pequeñas, tanto para el aprovechamiento de las materias primas disponibles como para generar empleos. De momento, hay pocas esperanzas de que haya mucha inversión en el campo de la industria.
En Villarrica, solo la azucarera Friedmann S.A., fundada a mediados de 1910, puede considerarse como la única industria grande, atendiendo a que en época de producción del alimento genera empleos para 400 personas. En casi un siglo, no se ha levantado otra planta fabril de similares proporciones en la capital guaireña.
Hace 15 años, la industria del calzado era floreciente en la zona, a tal punto que generaba importantes ingresos para muchas familias. Empero, el contrabando y la subfacturación de calzados provenientes del Brasil y la China, han causado el progresivo debilitamiento de la industria local.
Actualmente unas pocas fábricas producen calzados en la zona del Guairá.
Quizás resulte más difícil instalar nuevas industrias, fundamentalmente por la falta de mano de obra calificada y la incertidumbre en el mercado financiero. Además, la producción de bienes destinados a mercados competitivos requiere mucha creatividad y esfuerzo constante. Y son pocos los inversionistas dispuestos a correr riesgos y asumir grandes desafíos.
Por esta razón, una de las salidas posibles sería el fortalecimiento y modernización de las pequeñas y medianas industrias existentes en la zona. Como paso inicial, es necesario que los pequeños industriales reciban más apoyo estatal, a más de haber un fluido acercamiento entre las universidades y otros centros de enseñanza y el sector productivo, a fin de intercambiar ideas que ayuden a la formación del talento humano según las necesidades del momento y el futuro.
cemartinez@abc.com.py
En Villarrica, solo la azucarera Friedmann S.A., fundada a mediados de 1910, puede considerarse como la única industria grande, atendiendo a que en época de producción del alimento genera empleos para 400 personas. En casi un siglo, no se ha levantado otra planta fabril de similares proporciones en la capital guaireña.
Hace 15 años, la industria del calzado era floreciente en la zona, a tal punto que generaba importantes ingresos para muchas familias. Empero, el contrabando y la subfacturación de calzados provenientes del Brasil y la China, han causado el progresivo debilitamiento de la industria local.
Actualmente unas pocas fábricas producen calzados en la zona del Guairá.
Quizás resulte más difícil instalar nuevas industrias, fundamentalmente por la falta de mano de obra calificada y la incertidumbre en el mercado financiero. Además, la producción de bienes destinados a mercados competitivos requiere mucha creatividad y esfuerzo constante. Y son pocos los inversionistas dispuestos a correr riesgos y asumir grandes desafíos.
Por esta razón, una de las salidas posibles sería el fortalecimiento y modernización de las pequeñas y medianas industrias existentes en la zona. Como paso inicial, es necesario que los pequeños industriales reciban más apoyo estatal, a más de haber un fluido acercamiento entre las universidades y otros centros de enseñanza y el sector productivo, a fin de intercambiar ideas que ayuden a la formación del talento humano según las necesidades del momento y el futuro.
cemartinez@abc.com.py