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El Evangelio hace una hermosa revelación: “Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras”.
Comprender las Escrituras, aceptar la Resurrección de Cristo y tener fe son elementos que van enlazados. Seguramente, hoy día algunas personas no aceptan el hecho de la Resurrección porque no leen las Escrituras y no se dejan tocar por la Palabra de Dios, que es viva y eficaz, más penetrante que una espada de doble filo y penetra hasta la raíz del alma (Heb 4).
Jesús mismo explicó que lo que había pasado con Él era necesario para cumplirse todo lo que estaba escrito en la ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos, dejando evidente que su Pasión y Resurrección ya estaban anunciadas en el Antiguo Testamento. De nuevo aparece el tema: es esencial comprender la Biblia para llegar a una conclusión correcta.
El primer camino para comprender las Escrituras es tener una Biblia en casa y leerla con frecuencia. De repente, podemos comparar con el tener un cepillo dental: cada uno tiene el suyo y lo usa todos los días. Así debe ser nuestro trato con las Sagradas Escrituras.
Hay gente que afirma que no la lee porque es complicada y de difícil interpretación. Es válido analizar este pensamiento: “A la mayoría de las personas les preocupan los pasajes de las Escrituras que no comprenden, pero los que me preocupan a mí son los que sí comprendo” (Mark Twain).
Dios quiere que le entendamos y que mantengamos un diálogo constante con él, pues esta es la mejor parte de nuestra vida, lo que realmente da sentido para todo y nos llena de fortaleza para superar las contrariedades que la vida nos plantea a todos nosotros.
Por esto el texto sostiene que “Jesús les abrió la inteligencia”, mostrando que el mismo Señor toma la iniciativa y ofrece los elementos necesarios para que comprendamos lo que Él hace y dice.
El problema es cuando decimos “no tener tiempo” para leerla, lo que manifiesta algo más grave: no tenemos interés.
Hay una reflexión desafiante que anda por internet, que analiza la pregunta: ¿Qué tal si tratáramos la Biblia como tratamos nuestro teléfono celular? (La Biblia y el celular).
Le dejo como propuesta: empiece hoy a leer un capítulo por día del Evangelio de Mateo y en un mes (28 capítulos) usted tendrá otra comprensión de su propia vida.
Paz y bien.
hnojoemar@gmail.com