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Una discusión que se lee en forma recurrente en los periódicos se refiere a cuán apropiado es el aumento de la tarifa de la energía de la Itaipú: que el aumento es solo un mecanismo para justificar mayores niveles de gastos relacionados a determinadas agendas políticas, que perjudica a la industria nacional, etc. Toda discusión sobre la tarifa necesariamente debe empezar por la metodología de fijación de precio y la decisión de cómo y quien paga la tarifa.
La fijación del precio (la tarifa) de la Itaipú se realiza en base a una metodología específica, establecida al inicio de la construcción de la represa y atendiendo una estructura de costos específica de la empresa, por lo tanto, como toda metodología de cálculo está sujeta a detracciones. Otro factor importante es cómo se aplica la metodología: los criterios utilizados para generar los valores de cada una de las variables utilizadas en su elaboración y finalmente, cómo cada país transfiere este precio al consumidor.
El precio de la tarifa de Itaipú influye en el precio de la energía en el mercado doméstico tanto en el Brasil como en el Paraguay. Este gasto es un elemento importante dentro de la estructura de costos de las empresas, afecta la capacidad de competir en el mercado interno y externo; esto es, influye fuertemente en la competitividad de las empresas entendida como la productividad con que producen bienes y servicios. Los precios internos son importantes por el efecto que tienen sobre la inflación, que afecta principalmente a los sectores de menores ingresos del país. La inflación a su vez impacta en la política monetaria, que a su vez afecta la política de tasas de interés y por ende, sobre la atracción que ejerce el país para captar las inversiones necesarias para financiar los múltiples proyectos de desarrollo de infraestructura del mismo. El Brasil hoy día se encuentra analizando la situación a corto plazo de las tasas sélic, si aumentará o no como medida para frenar la inflación interna: objetivo evitar un sobrecalentamiento en la economía. Por ese motivo, un aumento en el precio de energía que puede afectar la estructura de costos de las empresas se analiza con recelo y reservas.
Incidencia
La tarifa que fije Itaipú es un elemento que influencia el mecanismo de fijación de precio de las demás empresas de energía eléctrica en el mercado brasileño, que operan como concesionarias del gobierno. Las ganancias que obtienen estas empresas, por lo tanto, no solo provienen de su eficiencia interna sino también por los aumentos que generan las otras plantas hidroeléctricas, en este caso de sola propiedad estatal. El aumento solicitado de la tarifa de Itaipú, por lo tanto, puede estar ajustado a la estructura de costos pero queda pendiente la pregunta de qué decisión tomar con respecto a este aumento: si se transfiere, o no, el aumento de este costo al consumidor y si se transfiere, cómo se transfiere para que tenga el menor impacto en la inflación brasileña.
El aumento del precio de la energía al consumidor puede estar dado por un aumento directo del precio de la tarifa o por medio de un aporte que realice el Estado a la empresa que enfrente aumentos en su estructura de costos. Se asume que el aumento es real y no meramente un artificio para obtener el apoyo del Estado.
Alguna de las variables que se incluyen en la elaboración de la tarifa son: el pago de la deuda y los costos de explotación, traducido en el presupuesto de la entidad. que se divide en dos grandes rubros: gastos de personal y gastos de explotación propiamente dichos (donde se incluye a los gastos sociales). En la margen derecha, Paraguay, los gastos de personal representan, en promedio, el 75% del total presupuestado.
Dentro de la estructura del cálculo de la tarifa, los gastos correspondientes a la amortización de la deuda se especifican en una línea separada. De acuerdo a las previsiones actuales, el cálculo de la tarifa del año 2023 deberá ser omitida. Para ese entonces, el Paraguay y el Brasil deberán negociar una nueva estructura de tarifa. En ese momento, la metodología de fijación del precio de la tarifa deberá ser distinta: sea en base al método de precio en base al costo marginal, sea al precio de mercado (aunque se sabe que en el mundo real el precio nunca se fija en función al costo ni al precio que el consumidor está dispuesto a pagar pues la estrategia normalmente busca aumentar el margen de ganancia). Las razones del aumento HOY de la tarifa de energía de Itaipú es o será totalmente distinta a las que prevalecerán en el 2023.
El pedido de incremento de la tarifa para el año 2012 corresponde a su estructura de gastos, que se divide en forma igualitaria entre ambas márgenes basado en el principio de isonomía (igual cantidad de presupuesto). En caso que los gastos presupuestados en una de las márgenes sea mayor, se igualarán ambos valores. Contar con un nivel mayor de presupuesto significa que la preocupación del administrador es en qué gastar para no devolver los fondos a la tarifa en lugar de como gastar, por ello, a los criterios tales la calidad del gasto, la eficiencia, la productividad se les ignora, pues desconocidos no son. Al devolver los fondos, la tarifa tenderá a disminuir el próximo año, generándose los altibajos que perturban la estabilidad de los precios de mercado. Y son fondos que deberían inyectarse al sistema económico en la jerga itaipuense.
Desde el punto de vista de la literatura económica, este principio de isonomía puede ser criticado ácidamente por el (des) nivel de desarrollo existente entre Paraguay y Brasil, esta última ocupando actualmente el sexto lugar en el economía mundial y con niveles de precios, medidos en términos de paridad de poder adquisitivo, muy diferentes. Un dólar no compra la misma cesta de bienes en el Paraguay y el Brasil, este principio lo sabe muy bien un paraguayo que va de vacaciones al Brasil. Por lo tanto, este principio que intentaba en su inicio ubicar al Paraguay en el mismo nivel de gasto, genera una presión enorme para gastar, generando inclusive críticas despectivas de los propios funcionarios paraguayos de la Itaipú, que alegan que el Paraguay debe mantener la tarifa, pues "ni siquiera tiene condiciones para gastar el presupuesto asignado" y que hará con más dinero. La discusión debe ser sobre la estructura de gastos, la capacidad de ejecución no es objeto de este artículo.
Tipo de cambio
El valor del presupuesto está influenciado por el tipo de cambio a utilizar. Según el Tratado, el presupuesto se realiza en dólares, pero los gastos se realizan en la moneda de cada uno de los países. La sobrevaluación actual de las monedas, tanto el guaraní como el real, exigen mayor cantidad de dólares (en cambio cuando las divisas están depreciadas, el gasto expresado en términos de dólar es menor).
Por lo tanto, el tipo de cambio que se utilice influirá en la fijación de la tarifa. Elaborar erradamente un presupuesto a un tipo de cambio devaluado (más alto) cuando el mercado de divisas se aprecia es desastroso para los administradores, significa que a mitad de año ya se han gastado todos sus recursos y se necesitará una ampliación presupuestaria. El precio de la tarifa de la energía debería subir en ese momento para reflejar el cambio en las premisas presupuestarias. Si el error fuera de una de las márgenes, la ampliación presupuestaria servirá para permitir cubrir los gastos presupuestados; para la margen que estima correctamente significará un aumento real en su nivel de gasto dado que debe aplicarse el principio de isonomía: igual gasto por margen.
La metodología de la fijación de la tarifa asume que el presupuesto solo debe contemplar ingresos y egresos de "dinero", el cash, por lo tanto, no se deben incluir los gastos correspondientes a las depreciaciones. Esta variable indefectiblemente deberá ser considerada en el 2023 y afectará a la tarifa para arriba o para abajo. Los precios son siempre señales de mercado; el mercado regularmente no acepta inestabilidades de un año a otro, espera cierta previsibilidad. La metodología vigente según el Tratado dificulta la acumulación de excedentes para mantener estable el precio según las condiciones de mercado. Esta situación es muy importante a la hora de fijar la tarifa teniendo en cuenta que la diferencia entre el costo-tarifa y el precio de mercado es capturado por algún agente en la cadena de comercialización de energía. La ausencia de este mecanismo de acumulación interanual es una posible causa por el cual la discrecionalidad aflore en las administraciones de ambas márgenes para realizar los denominados gastos sociales, que en el caso de Paraguay, por su menor nivel de desarrollo, los importes tienen un mayor peso como proporción del producto y mayor impacto en la reducción de las brechas de inequidad, especialmente en cuanto a infraestructura se refiere.
Hasta este momento se han presentado las variables técnicas que influyen en la tarifa, sin embargo es bueno recordar que responder a la pregunta cómo se transfiere el precio al consumidor requiere considerar también a otras variables que están fuera de la estructura empresarial y se coordinan con otras instituciones encargadas de la política económica. Un criterio que se escucha frecuentemente es que el precio de la tarifa no debe aumentar para no encarecer el precio al que la ANDE compra la energía de Itaipú y por ende, traslade el aumento al consumidor, restando competitividad a las empresas. Además, el precio no debe aumentar porque al pagar un precio más elevado contará con menos recursos para realizar las inversiones necesarias y pospuestas por los últimos quince años, y considerando especialmente la obligación de realizar las transferencias intergubernamentales para ayudar a solventar el presupuesto público.
El precio que se fije para la energía eléctrica en el mercado interno debe ser independiente de la fijación de la tarifa de Itaipú. El Gobierno puede decidir que la diferencia entre el precio fijado por la ANDE para el mercado interno y el costo tarifa sea solventado con los ingresos adicionales que le genera el mayor precio de la tarifa (royalties y compensaciones), y que el aumento no sea directamente trasladado al consumidor final.
Finalmente, cuando se fija la tarifa de energía a un precio inferior al costo, la diferencia constituye un subsidio indirecto al mercado, que la Itaipú como empresa no percibe. Considerando que mercado brasileño compra el 95% del total de la energía producida, el subsidio indirecto sería de alrededor de US$ 300 millones en el 2012 basad en el nivel de producción de energía eléctrica en el 2011.
Conclusión
Por ese motivo, en el tema de la fijación del precio de la tarifa no solo se debe conocer, discutir, evaluar la metodología de fijación de la tarifa hoy día para establecer límites a las discrecionalidades de los administradores de turno, buscar la eficiencia de la empresa de cara a la nueva estructura tarifaria que deberá aplicarse a partir del 2023, en principio. Además, el mecanismo de estabilización de los precios internos de la energía eléctrica debe ser objeto de discusión para que efectivamente la energía sea un elemento importante en el desarrollo del país y no constituya un subsidio al desarrollo de los países emergentes. Sin metodología clara, seguiremos con la interminable letanía de recursos mal gastados y el descreimiento en la capacidad del Paraguay de alcanzar crecientes niveles de desarrollo.
La fijación del precio (la tarifa) de la Itaipú se realiza en base a una metodología específica, establecida al inicio de la construcción de la represa y atendiendo una estructura de costos específica de la empresa, por lo tanto, como toda metodología de cálculo está sujeta a detracciones. Otro factor importante es cómo se aplica la metodología: los criterios utilizados para generar los valores de cada una de las variables utilizadas en su elaboración y finalmente, cómo cada país transfiere este precio al consumidor.
El precio de la tarifa de Itaipú influye en el precio de la energía en el mercado doméstico tanto en el Brasil como en el Paraguay. Este gasto es un elemento importante dentro de la estructura de costos de las empresas, afecta la capacidad de competir en el mercado interno y externo; esto es, influye fuertemente en la competitividad de las empresas entendida como la productividad con que producen bienes y servicios. Los precios internos son importantes por el efecto que tienen sobre la inflación, que afecta principalmente a los sectores de menores ingresos del país. La inflación a su vez impacta en la política monetaria, que a su vez afecta la política de tasas de interés y por ende, sobre la atracción que ejerce el país para captar las inversiones necesarias para financiar los múltiples proyectos de desarrollo de infraestructura del mismo. El Brasil hoy día se encuentra analizando la situación a corto plazo de las tasas sélic, si aumentará o no como medida para frenar la inflación interna: objetivo evitar un sobrecalentamiento en la economía. Por ese motivo, un aumento en el precio de energía que puede afectar la estructura de costos de las empresas se analiza con recelo y reservas.
Incidencia
La tarifa que fije Itaipú es un elemento que influencia el mecanismo de fijación de precio de las demás empresas de energía eléctrica en el mercado brasileño, que operan como concesionarias del gobierno. Las ganancias que obtienen estas empresas, por lo tanto, no solo provienen de su eficiencia interna sino también por los aumentos que generan las otras plantas hidroeléctricas, en este caso de sola propiedad estatal. El aumento solicitado de la tarifa de Itaipú, por lo tanto, puede estar ajustado a la estructura de costos pero queda pendiente la pregunta de qué decisión tomar con respecto a este aumento: si se transfiere, o no, el aumento de este costo al consumidor y si se transfiere, cómo se transfiere para que tenga el menor impacto en la inflación brasileña.
El aumento del precio de la energía al consumidor puede estar dado por un aumento directo del precio de la tarifa o por medio de un aporte que realice el Estado a la empresa que enfrente aumentos en su estructura de costos. Se asume que el aumento es real y no meramente un artificio para obtener el apoyo del Estado.
Alguna de las variables que se incluyen en la elaboración de la tarifa son: el pago de la deuda y los costos de explotación, traducido en el presupuesto de la entidad. que se divide en dos grandes rubros: gastos de personal y gastos de explotación propiamente dichos (donde se incluye a los gastos sociales). En la margen derecha, Paraguay, los gastos de personal representan, en promedio, el 75% del total presupuestado.
Dentro de la estructura del cálculo de la tarifa, los gastos correspondientes a la amortización de la deuda se especifican en una línea separada. De acuerdo a las previsiones actuales, el cálculo de la tarifa del año 2023 deberá ser omitida. Para ese entonces, el Paraguay y el Brasil deberán negociar una nueva estructura de tarifa. En ese momento, la metodología de fijación del precio de la tarifa deberá ser distinta: sea en base al método de precio en base al costo marginal, sea al precio de mercado (aunque se sabe que en el mundo real el precio nunca se fija en función al costo ni al precio que el consumidor está dispuesto a pagar pues la estrategia normalmente busca aumentar el margen de ganancia). Las razones del aumento HOY de la tarifa de energía de Itaipú es o será totalmente distinta a las que prevalecerán en el 2023.
El pedido de incremento de la tarifa para el año 2012 corresponde a su estructura de gastos, que se divide en forma igualitaria entre ambas márgenes basado en el principio de isonomía (igual cantidad de presupuesto). En caso que los gastos presupuestados en una de las márgenes sea mayor, se igualarán ambos valores. Contar con un nivel mayor de presupuesto significa que la preocupación del administrador es en qué gastar para no devolver los fondos a la tarifa en lugar de como gastar, por ello, a los criterios tales la calidad del gasto, la eficiencia, la productividad se les ignora, pues desconocidos no son. Al devolver los fondos, la tarifa tenderá a disminuir el próximo año, generándose los altibajos que perturban la estabilidad de los precios de mercado. Y son fondos que deberían inyectarse al sistema económico en la jerga itaipuense.
Desde el punto de vista de la literatura económica, este principio de isonomía puede ser criticado ácidamente por el (des) nivel de desarrollo existente entre Paraguay y Brasil, esta última ocupando actualmente el sexto lugar en el economía mundial y con niveles de precios, medidos en términos de paridad de poder adquisitivo, muy diferentes. Un dólar no compra la misma cesta de bienes en el Paraguay y el Brasil, este principio lo sabe muy bien un paraguayo que va de vacaciones al Brasil. Por lo tanto, este principio que intentaba en su inicio ubicar al Paraguay en el mismo nivel de gasto, genera una presión enorme para gastar, generando inclusive críticas despectivas de los propios funcionarios paraguayos de la Itaipú, que alegan que el Paraguay debe mantener la tarifa, pues "ni siquiera tiene condiciones para gastar el presupuesto asignado" y que hará con más dinero. La discusión debe ser sobre la estructura de gastos, la capacidad de ejecución no es objeto de este artículo.
Tipo de cambio
El valor del presupuesto está influenciado por el tipo de cambio a utilizar. Según el Tratado, el presupuesto se realiza en dólares, pero los gastos se realizan en la moneda de cada uno de los países. La sobrevaluación actual de las monedas, tanto el guaraní como el real, exigen mayor cantidad de dólares (en cambio cuando las divisas están depreciadas, el gasto expresado en términos de dólar es menor).
Por lo tanto, el tipo de cambio que se utilice influirá en la fijación de la tarifa. Elaborar erradamente un presupuesto a un tipo de cambio devaluado (más alto) cuando el mercado de divisas se aprecia es desastroso para los administradores, significa que a mitad de año ya se han gastado todos sus recursos y se necesitará una ampliación presupuestaria. El precio de la tarifa de la energía debería subir en ese momento para reflejar el cambio en las premisas presupuestarias. Si el error fuera de una de las márgenes, la ampliación presupuestaria servirá para permitir cubrir los gastos presupuestados; para la margen que estima correctamente significará un aumento real en su nivel de gasto dado que debe aplicarse el principio de isonomía: igual gasto por margen.
La metodología de la fijación de la tarifa asume que el presupuesto solo debe contemplar ingresos y egresos de "dinero", el cash, por lo tanto, no se deben incluir los gastos correspondientes a las depreciaciones. Esta variable indefectiblemente deberá ser considerada en el 2023 y afectará a la tarifa para arriba o para abajo. Los precios son siempre señales de mercado; el mercado regularmente no acepta inestabilidades de un año a otro, espera cierta previsibilidad. La metodología vigente según el Tratado dificulta la acumulación de excedentes para mantener estable el precio según las condiciones de mercado. Esta situación es muy importante a la hora de fijar la tarifa teniendo en cuenta que la diferencia entre el costo-tarifa y el precio de mercado es capturado por algún agente en la cadena de comercialización de energía. La ausencia de este mecanismo de acumulación interanual es una posible causa por el cual la discrecionalidad aflore en las administraciones de ambas márgenes para realizar los denominados gastos sociales, que en el caso de Paraguay, por su menor nivel de desarrollo, los importes tienen un mayor peso como proporción del producto y mayor impacto en la reducción de las brechas de inequidad, especialmente en cuanto a infraestructura se refiere.
Hasta este momento se han presentado las variables técnicas que influyen en la tarifa, sin embargo es bueno recordar que responder a la pregunta cómo se transfiere el precio al consumidor requiere considerar también a otras variables que están fuera de la estructura empresarial y se coordinan con otras instituciones encargadas de la política económica. Un criterio que se escucha frecuentemente es que el precio de la tarifa no debe aumentar para no encarecer el precio al que la ANDE compra la energía de Itaipú y por ende, traslade el aumento al consumidor, restando competitividad a las empresas. Además, el precio no debe aumentar porque al pagar un precio más elevado contará con menos recursos para realizar las inversiones necesarias y pospuestas por los últimos quince años, y considerando especialmente la obligación de realizar las transferencias intergubernamentales para ayudar a solventar el presupuesto público.
El precio que se fije para la energía eléctrica en el mercado interno debe ser independiente de la fijación de la tarifa de Itaipú. El Gobierno puede decidir que la diferencia entre el precio fijado por la ANDE para el mercado interno y el costo tarifa sea solventado con los ingresos adicionales que le genera el mayor precio de la tarifa (royalties y compensaciones), y que el aumento no sea directamente trasladado al consumidor final.
Finalmente, cuando se fija la tarifa de energía a un precio inferior al costo, la diferencia constituye un subsidio indirecto al mercado, que la Itaipú como empresa no percibe. Considerando que mercado brasileño compra el 95% del total de la energía producida, el subsidio indirecto sería de alrededor de US$ 300 millones en el 2012 basad en el nivel de producción de energía eléctrica en el 2011.
Conclusión
Por ese motivo, en el tema de la fijación del precio de la tarifa no solo se debe conocer, discutir, evaluar la metodología de fijación de la tarifa hoy día para establecer límites a las discrecionalidades de los administradores de turno, buscar la eficiencia de la empresa de cara a la nueva estructura tarifaria que deberá aplicarse a partir del 2023, en principio. Además, el mecanismo de estabilización de los precios internos de la energía eléctrica debe ser objeto de discusión para que efectivamente la energía sea un elemento importante en el desarrollo del país y no constituya un subsidio al desarrollo de los países emergentes. Sin metodología clara, seguiremos con la interminable letanía de recursos mal gastados y el descreimiento en la capacidad del Paraguay de alcanzar crecientes niveles de desarrollo.