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La ley es clara en cuanto a que no puede recibir doble remuneración del Estado, y en su caso él recibe tres y se habla hasta de cuatro: cobra como policía retirado, catedrático de la Academia de Policía, funcionario de la Itaipú y como edil municipal.
Pero, fiel al estilo colorado y stronista de acaparar todo y sin importar violentar leyes, este concejal dijo que un edil no es funcionario público y que está habilitado a percibir todos los salarios que pueda de entidades públicas.
Para justificar su permanencia en la Junta Municipal dijo que, al igual que sus colegas, fue elegido por el pueblo y proclamado para el cargo. Sin embargo, justamente ese es otro motivo para renunciar, especialmente a la Itaipú, porque fue elegido para trabajar por su ciudad y no solo para asistir 2 o 3 horas a sesiones semanales y cobrar una dieta como concejal municipal, con dinero público.
Cogliolo está toda la semana en Ciudad del Este, y solo los fines de semana acude a Villa Elisa, donde debería estar todo el tiempo, recorrer las comunidades e interiorizarse de las necesidades de la ciudadanía para buscar dar solución.
Es evidente que a Cogliolo poco o nada le interesa la ciudadanía y solo ocupa el cargo para percibir una dieta y gastos de representación, G. 13 millones en total.
En una acertada determinación, el intendente Ricardo Estigarribia (PLRA) suspendió el pago de dieta y gastos de representación al cuestionado edil, que ahora se siente “lesionado” en su honorabilidad y reputación. Amenaza con llegar a los estrados judiciales para mantenerse en el cargo y seguir cobrando sin trabajar por su localidad.
Por delicadeza y por respeto a esa gente que le puso en el cargo, debe renunciar, pedir perdón y devolver la plata de la ciudadanía.
hruizdiaz@abc.com.py