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Hubo dos intentos. Uno con la empresa Ecomipa, del entonces presidente de la República Ing. Juan Carlos Wasmosy, y otro con el famoso “empedrado chino”.
En el primer caso se realizaron la elevación y mejoramiento de los terraplenes, además de la construcción de cunetas. En apariencia los trabajos pintaron muy bien, pero con las primeras grandes lluvias quedaron en evidencia que no durarían mucho tiempo.
Luego apareció el “empedrado chino” durante el gobierno de Luis A. González Macchi y la administración del MOPC a cargo de “Icho” Planás. El contratista en esa ocasión fue Benito Roggio e Hijos SA.
El proyecto se lanzó, pero solo avanzó poco menos de 4 kilómetros. La obra se tasó en principio en más de G. 4.261 millones. Sin embargo, entre reajuste y otros negociados trepó a casi G. 9.000 millones, dinero que se cobró prácticamente todo, sin concluir el trabajo.
La esperanza se reavivó por tercera ocasión bajo la presidencia de Federico Franco y su ministro Salyn Buzarquis. Este realizó un proyecto “pororó”, presupuestando la obra en G. 40.000 millones. Construyeron pavimento pétreo y agregaron unos 100 metros de puente de hormigón sobre tres arroyos.
Buzarquis, el 29 de diciembre de 2012, confirmó que ya se pagó en su totalidad la obra a la firma Felman Construcciones. Las construcciones avanzaron un poquito más, pero la administración del gobierno de Horacio Cartes le dijo a la empresa que no se asfaltará.
Los pobladores se sienten decepcionados por la rápida capacidad del presidente de Cartes de olvidar la promesa hecha durante su paso por el Guairá en época de campaña. En aquella ocasión un correligionario pidió asfaltar los 23 kilómetros del tramo Paso Yobái-Independencia, a lo que Cartes respondió que no serían 23 sino 120 kilómetros. Y la espera sigue.
gperez@abc.com.py