Cargando...
Sí, es cierto. Somos el país que más energía eléctrica produce por habitante en el mundo, pero no podemos usar lo que producimos.
Tenemos dos represas binacionales, Itaipú y Yacyretá, a través de las que cedemos energía a precio de oferta a Brasil y Argentina. Y además poseemos otra central hidroeléctrica más, la de Acaray.
Usted se preguntará entonces, de forma comprensible, ¿y por qué la gente está a oscuras cada tanto?
Voy a intentar explicarle. Nuestro problema no es la generación ni la transmisión de esa energía, es la distribución. Sucesivos gobiernos fueron usando a esas binacionales como grandes cajas negras, desde las que incrementaron patrimonios (los suyos, no los nuestros), financiaron campañas políticas y las convirtieron en agencias de empleos para resolver problemas particulares. Con ellas también se financiaron festivales, concursos, viajes, se distribuyeron vacas, pollitos, tractores y ambulancias; y además se entregó dinero a muchos intendentes y gobernadores corruptos que engordaron sus bolsillos y cuentas bancarias.
En síntesis, hicieron de todo, menos destinar prioritariamente el dinero para fortalecer a la empresa que tiene que distribuir lo que producimos para que podamos usarlo: la ANDE.
Supongo su razonamiento en este punto. “Entonces denle dinero a la ANDE y problema solucionado” pensará. Permítame desilusionarlo un poco más.
La ANDE era una empresa modelo hace unas décadas. Sucesivos gobiernos (¿le parece que ya leyó esto antes?) fueron mal administrándola, al punto de que hoy pierde casi un cuarto de la energía que distribuye, la mitad por pérdidas técnicas y la otra mitad por el robo descarado e impune de su energía. Llegamos incluso al absurdo de que las autoridades de la empresa salen a pedir públicamente que los clientes no usemos la energía que distribuyen, como si un comerciante le pidiera a sus clientes que no le compren lo que vende. Así de absurdo es todo.
Le voy a adivinar el pensamiento, seguramente me va a decir que para corregir las malas administraciones, habría que probar con un gobierno de signo diferente.
Lamento seguir desilusionándolo. Hubo alternancia de gobiernos. Y fue precisamente bajo ese período que uno de los presidentes de la empresa, en poco más de un año, metió a casi 1.400 personas de su equipo político.
Sé que es mucha información para usted, pero si está agobiado imagínese al habitante de este querido país, que sin luz, agua potable, y con 45 grados de sensación térmica, tiene que soportar encima campañas del gobierno para captar inversores afuera, promocionándonos como un país con energía limpia, renovable y abundante.
Pensaba también explicarle lo que pasa con el agua potable y con la Essap, pero no quiero seguir amargándole este domingo.
Le mando un afectuoso abrazo (para no decir caluroso).
guille@abc.com.py