Cargando...
Los costosos muros construidos para protegerlos, en los que fueron destinadas decenas de millones de dólares, no ofrecen ninguna seguridad y se sostienen precariamente gracias a las miles de bolsas de arena que son cargadas diariamente por los “paleros” voluntarios, cubriendo grietas que amenazan la vida de los ñeembucuenses, principalmente de Alberdi y Pilar. Estos diques, que parecen tener deficiencias de diseño y construcción, representan una gran sangría económica para el Estado, que debe invertir periódicamente sumas extraordinarias en el mantenimiento de los terraplenes y las motobombas, sin garantizar la vida ni los bienes de los vecinos.
En estas condiciones, las defensas costeras están lejos de ser la solución. No se puede seguir improvisando a la hora de encarar estas construcciones. Los muros deficientes son bombas de tiempo y ponen en serio riesgo la vida de miles de personas.
La solución debería ser combinada y no solo reforzar los diques. Un buen Plan de viviendas, que contemple la reubicación de las familias cuyas viviendas están en los lugares más bajos, solucionaría en gran medida los problemas que generan la cíclica crecida de los ríos.
En el caso de Pilar pondría fin a la angustiante situación que viven numerosas personas que viven en los terrenos cercanos a los muros y los reservorios. Esta alternativa ahorraría millones de dólares al Estado paraguayo en la construcción de imponentes muros y fundamentalmente en el mantenimiento.
Esa gran solución depende del sentido común, la honestidad y de la sabiduría de las autoridades.
clide.martinez@abc.com.py