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Es a partir de ese momento que la historia de ambos pueblos se fue uniendo de manera continua y sistemática, para llegar a lo que actualmente es una alianza estratégica para el desarrollo y progreso de ambas naciones.
La asistencia técnica, financiera, cultural y educacional brindada por esa gran nación asiática a nuestro país se puede notar en muchas áreas, pudiendo observarse dicha ayuda en la cría de peces, la producción pecuaria, el cultivo de flores y plantas ornamentales, el apoyo económico y financiero a instituciones públicas y privadas dedicadas a actividades de bien público, apoyo a escritores y artistas nacionales para la difusión de sus obras y en la otorgación de becas para estudiantes paraguayos que quieran realizar estudios universitarios y de posgrado en universidades consideradas entre las mejores del mundo en esta gran nación.
En octubre de 1971, la Organización de las Naciones Unidas, ONU, resolvió que la República Popular China sea el Gobierno que se halle reconocido por ese organismo internacional; nuestro país, como amigo solidario, se constituyó en la voz de esta nación hermana ante la comunidad internacional.
Como dato anecdótico, el Paraguay fue uno de los 33 países que votaron en contra de esa resolución que apartaba a Taiwán de la ONU, siendo nuestros representantes entonces ante ese organismo internacional el embajador Solano López, padre de nuestro actual embajador ante el Reino Unido, quien posteriormente por ese hecho fue condecorado con el máximo galardón de esta nación del Asia, en el año 1972, por el Generalísimo Chiang Kai Shek.
En la actualidad se hallan estudiando en Taiwán 108 compatriotas cursando carreras universitarias, cursos de posgrado o del idioma chino mandarín. Asimismo se calcula que, en los últimos 5 años, más de 300 paraguayos realizaron estudios de especialización en áreas técnicas, científicas o culturales.
Nuestros jóvenes estudiantes demuestran que los paraguayos podemos ser cada día mejores y que todo depende del esfuerzo que pongamos para llegar a nuestra meta, dado que los mismos deben aprender chino mandarín, que es el idioma en el cual desarrollan sus actividades académicas, adaptarse a una sociedad diferente, con una cultura totalmente distinta. En ese sentido he participado este año del acto de colación de 18 flamantes egresados universitarios compatriotas en la ciudad de Tainan, que se aprestan a regresar a nuestro país para poner su esfuerzo para el progreso de nuestra patria.
Otro aspecto significativo del sentimiento que une a nuestros países hermanos es que ambas banderas nacionales tienen los mismos colores, aunque con significados diferentes. En este sentido, el emblema patrio de Taiwán simbolizan los Tres Principios del Pueblo propugnados por el Dr. Sun Yat Sen: El blanco representa la democracia y la igualdad, el azul representa el nacionalismo cívico y la libertad, el rojo representa el bienestar del pueblo y la fraternidad. El sol de color blanco simboliza el espíritu de progreso y sus doce rayos representan las doce horas tradicionales chinas del día. Nuestra gloriosa enseña tricolor, el color rojo simboliza la justicia, el blanco la paz y el azul la libertad.
Para culminar quisiera recordar al Maestro oriental Buda, quien señalara: Lo verdadero es aquello que produce resultado... Nuestras relaciones con la República China Taiwán han sido productivas y muy fecundas en estos 55 años, lo cual ha unido a dos países que, distantes geográficamente, se hallan hermanados por el sentimiento mutuo de búsqueda del progreso, unión y bienestar de ambos pueblos.
(*) Encargado de Negocios a.i. del Paraguay en la República de China en Taiwán