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Lo que de vuelta resulta intolerable es que muchos de los “miembros técnicos” de esta comisión asesora fueron los primeros férreos defensores del Acta, como el Ing. Héctor Richer, que asesoró a la UIP para que salga a favor del documento entreguista; el Ing. Guillermo López Flores, que en Telefuturo predicaba alegremente que los US$ 300.000.000 de pérdida no afectarían la economía paraguaya.
También forma parte del grupo el Ing. Jorge Ayala Kunzle, quien abiertamente hablaba de las bondades del Acta Bilateral, mientras se reunía en secreto con los fiscales que llevan la investigación (hoy día considerado un circo); el Ing. Víctor Romero, principal responsable de la lesiva contratación de energía cara de Itaipú (entre los años 2015 y 2016) y que resultara en el último tarifazo de la ANDE.
Todos ellos, y otros que también forman parte de esta comisión, siempre fueron serviles y funcionales a los intereses brasileños y hoy día están empujando de nuevo la agenda pro Brasil en contra de los intereses del Paraguay.
La Agenda pro Brasil y el IPSE
El Instituto de Profesionales Paraguayos del Sector Eléctrico (IPSE) aglutina a los expresidentes de la ANDE, exaltos funcionarios de las binacionales y otros. Todos conocidos como las “vacas sagradas del Sector Eléctrico. “Todos ellos, de una u otra forma, fueron responsables directos de los últimos 30 años de pésima y lamentable gestión de los recursos de la ANDE y de la poca o nula defensa de nuestros intereses en las binacionales.
En Itamaraty deben estar muy felices que sean los mismos de siempre, los mismos que poco o nada aportaron para cambiar el “status quo” del sector eléctrico paraguayo. En su última presentación (a la Cancillería), estos personajes se preguntaban, ¿qué es lo que quiere la ANDE y lo que quiere el Gobierno de estas negociaciones? Yo les puedo responder a esa pregunta sin necesidad de mucha evaluación: el Gobierno y la ANDE siempre quieren más recursos para seguir derrochando y malgastando y principalmente para seguir solventando la ineficiencia, la desidia y la corrupción del aparato y el monopolio estatal.
Lo que estos inútiles e incompetentes no se preguntan nunca es ¿qué quiere la gente, los paraguayos? ¿Qué hacer para que el país crezca y se desarrolle? ¿Cómo crear las condiciones para que se genere riqueza y prosperidad? ¿Cómo utilizar esa energía barata para la tan anhelada industrialización del país?
Claramente, el desarrollo del Paraguay no es parte de la agenda pro Brasil. Peor aún, los del IPSSE proponen crear una comercializadora en el Brasil, que tenga “convenios de cooperación y comercialización con Eletrobras”. Resulta chistoso y a la vez descabellado que el Gobierno de Mario Abdo le quite del bolsillo a los paraguayos US$ 700.000.000 (como mínimo) para ir a “timbear” en el mercado brasileño de energía y que el socio sea de vuelta la Eletrobras.
En Paraguay, los técnicos de la ANDE, ni sus medidores, pueden leer correctamente y van a ir a jugar a Wall Street, a la compra y venta del commodities más complejo que existe en un mercado súper dinámico. Asimismo, hablan del ponerle un precio a las aguas del Paraná como un concepto nuevo a evaluar para determinar el precio de la energía.
Realmente nunca escuché algo tan descabellado y ridículo. Eso sería como ponerle precio a los rayos del sol o al viento. El precio del agua solo se determina en lugares remotos del mundo, dónde las pequeñas hidroeléctricas venden agua de sus embalses para regadíos, pero esto jamás se plantearía para una usina con las características de Itaipú.
Estos técnicos no solamente son unos vejestorios y obsoletos para evaluar seriamente las propuestas valederas de desarrollo, sino que además se han mostrado serviles a la agenda brasileña. ¿Qué clase de circo está planteando el nuevo canciller con un grupo de obsoletos ad honorem, que se reunen una vez a la semana para hablar de bueyes perdidos? Esto es lo que más le conviene al Brasil.
El Presidente Abdo Benítez debería, si aún le queda algo de patriotismo, contratar un grupo de los mejores técnicos y expertos que conozcan lo que es diseñar un mercado de energía, contratos y los bloques de energía para vender a las comercializadoras brasileñas, NO en el mercado del Brasil, sino en Paraguay. Hacer que Hernandarias, por ejemplo, sea de la energía lo que Chicago es de la soja.
El precio de la energía paraguaya debe ser fijado aquí, en territorio del Paraguay. Nosotros no debemos ir al Brasil a ofrecer nuestros excedentes, son ellos los que tienen que venir a nuestro país a comprar nuestra producción. ¡Elemental, Marito!
(*) Especialista el sector eléctrico