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El empresario se sorprendió por la cantidad de rodados que ingresaron al país en los últimos meses con documentación falsificada, pero legalizada sin mayores inconvenientes con la “ayuda” de funcionarios de la Dirección Nacional de Aduanas y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Teníamos información al respecto. Nos enteramos en forma casual cuando una de las camionetas de la marca Ford Ranger fue llevada a nuestro taller para mantenimiento. Pero no sabíamos que eran tantos”, manifestó.
Dijo que llama la atención la facilidad con que ingresan. “Cuando nosotros hacemos una importación se nos exige la presentación de un montón de documentaciones. En estos casos, o el funcionario de Aduanas es tonto, o es cómplice”, manifestó.
Servín también acotó que llama la atención que no exista un control sobre las transferencias de dinero que se hacen al exterior, por la compra de los vehículos. “A nombre de quién se realizan los giros, me cuesta creer que en España haya una empresa dedicada a robar y vender vehículos. Aquí también llama la atención la falta de control sobre las transferencias de dinero”, significó.
Insistió en que el ilícito perjudica la imagen de país serio que se trata de vender en el exterior.