Cargando...
La protesta fue realizada por vecinos de edificios cercanos al centro de convenciones y se escuchó hasta dentro de las instalaciones del local, que está rodeado por predios residenciales que en algunos casos llegan a tener unos veinte pisos.
Además de golpear cacerolas, muchos vecinos gritaban “Fuera Maduro” y agitaban banderas venezolanas.
Cuando Maduro bajó de su automóvil, en compañía de su esposa, Cilia Flores, el ruido fue aún mayor, y las cacerolas se escucharon aún durante varios minutos.
Venezuela se ha convertido en la piedra de tranca de esta Cumbre de las Américas, al buscar una condena de Estados Unidos que no fue ratificada, lo que evitó la adopción de un documento final unánime de la Cumbre.