Cargando...
CIUDAD DEL ESTE (Iván Leguizamón, Roberto Zarza y Aníbal Céspedes, enviados especiales; Mariana Ladaga, corresponsal). El histórico golpe, que se inició el domingo alrededor de las 23:30 y que concluyó ayer recién después de las 03:00, ocurrió en la base de la empresa de valores Prosegur, situada en una calle paralela a la avenida Monseñor Rodríguez y a dos cuadras de la Ruta VII, a la altura del kilómetro 4 del Área 1 de esta capital departamental.
Según los datos, al menos 30 delincuentes llegaron al lugar en varios vehículos y directamente asesinaron con tiros de fusil al suboficial primero de Policía Sabino Ramón Benítez, del Grupo Especial de Operaciones (GEO), quien fue acribillado en el interior de su coche.
Adentro de la empresa Prosegur estaban solo tres de sus guardias, quienes al verse superados en número optaron por encerrarse y ni siquiera molestar a los criminales.
Estos últimos detonaron al menos siete bombas en la bóveda principal, donde estaban guardados unos 40 millones de dólares, según informó la Policía. Al menos hasta anoche, no había aún certeza de cuánto fue el dinero sustraído, ya que en el lugar quedaron 146 bolsas cargadas con efectivo que los maleantes no llegaron a alzar debido a que quedaron bajo los escombros. Extraoficialmente se habla de un botín de 30 millones de dólares, aunque ningún responsable de la compañía quiso confirmar el dato, así como tampoco si el caudal estaba asegurado.
Simultáneamente, los maleantes incendiaron vehículos frente a la Jefatura de Policía para evitar la reacción de los uniformados y acribillaban a todos los vehículos que se acercaban a la escena del colosal robo.
Luego de perpetrar el asalto, los malvivientes se dispersaron en al menos una docena de vehículos, casi todos robados en el Brasil y que iban siendo abandonados, principalmente hacia el distrito de Hernandarias.
Cruce por lanchas
Desde aquella ciudad, el grupo de cabecillas de la organización criminal, que serían unos 20 integrantes de la banda brasileña Primer Comando Capital (PCC), abordaron dos lanchas y navegaron unos 10 kilómetros hasta un puerto clandestino de la localidad de Itaipulandia (Brasil), de donde debían partir por tierra.
Sin embargo, cuando los maleantes estaban esperando a sus compinches, fueron sorprendidos por la Policía Federal, que ya había desplegado helicópteros y lanchas, lo que generó un enfrentamiento.
Los agentes brasileños se replegaron y pidieron refuerzos. Cuando arribaron los efectivos de las policías Civil y Militar, se hizo un recorrido por el monte, donde fueron eliminados dos de los atracadores y detenidos otros siete, de los cuales dos estaban heridos. El resto de la gavilla se dispersó. Los abatidos serían Diego Santos Silva y Claudinei Soares de Almeida.
La búsqueda siguió hasta la noche, cuando el reporte parcial daba cuenta de que murió un tercer criminal.
En el puerto clandestino donde ocurrió el enfrentamiento fue hallada una bolsa de dinero que era parte del botín, sin conocerse hasta anoche el monto.