Rubro que genera ocupación

Asar la carne tiene sus mañas. Comienza con la preparación del fuego, que debe ser controlado para que la cocción y la carne estén a punto a la hora de servir en la mesa. Ese trabajo lo conoce perfectamente el parrillero. Desatender el proceso, naturalmente, no garantiza el manjar que uno quiere saborear.

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La abundante producción ganadera de nuestro país hace que la proteína roja sea infaltable en las mesas de cada hogar y el asado es uno de los preparados predilectos de los paraguayos.

Este plato casi nunca falta en la mesa semanal. Hoy es hasta la carta de presentación de nuestro país a nivel internacional por el avance de la ganadería.

Últimamente hacer el asado se ha convertido en una verdadera industria. Hay empresa que ofrecen todo servido. En las calles, en las proximidades de las sedes de eventos artísticos, deportivos y religiosos hasta es normal ver el sector de los “asaditeros” ofrecer el cocinado y de cuya ganancias viven. 

Víctor Bulquin es uno de los que preparan y venden el asado. Considera su profesión. Su puesto está en 15 de Agosto casi Humaitá. El viernes lo sorprendimos asando carne vacuna y presas de pollo. “Todos los viernes vendo asado. Comienzo a cocinar a las 9:30 y cerca de las 12:00 ya vendo todo”, indicó mientras controlaba la carne sobre la parrilla.

Relató que al paraguayo le gusta el asado. “El que pasa por aquí se queda y te dice que quiere comer esa parte y con un buen pedazo de mandioca se deleita con la comida”, indicó. Cada porción vende a 20.000 guaraníes.

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