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Luego de una gira por las ciudades de Encarnación, Ciudad del Este y Villarrica, la reliquia será recibida esta tarde en la Catedral Metropolitana en una solemne procesión.
El relicario está de visita en nuestro país de la mano de la madre Adela Galindo, fundadora del movimiento Siervas de los Corazones traspasados de Jesús y de María, que tiene a su cargo la custodia de la reliquia.
La presencia de la reliquia coincidió con la gira del papa Francisco. “Esta reliquia va a peregrinar por toda América del Sur y tenemos el privilegio de tenerlo en Paraguay”, dijo María Gloria Enciso, del citado movimiento, quien brindó detalles sobre los orígenes de la reliquia.
“Cuando San Juan Pablo II estuvo internado y en el último día anterior a que él falleciera se le extrajo una muestra de sangre para su diálisis y un cardenal, que era su secretario, guardó esa sangre y después dividió en seis cápsulas idénticas que están en Polonia, Roma y Madrid. Una de esas cápsulas es la que peregrina con la madre Adela”, explicó.
En cuanto al poder milagroso de la reliquia señala: “Es cuestión de fe. Personalmente me impacta ver la sangre de San Juan Pablo, me acerca a lo que es Dios y aumenta mi fe. Porque llegar a ser santo significa practicar las virtudes heroicas y el amor heroico. Eso abre el corazón de la persona y simplemente es ahí cuando eso obra en uno. Uno automáticamente siente ese amor, esa transformación. Es una forma de sanación”, añade.
“Lo mismo se puedo decir de lo que pasó estos días con el papa Francisco. Donde llegaba el Papa era ver la transformación de las personas. A mí me tocó muy de cerca porque acompañé a las autoridades en el Hospital Acosta Ñu. Verlo a él, su presencia es algo que uno siente a través de algo diferente”.
Se recomienda a quienes veneran la reliquia que vayan y recen en sus casas con sus familias, sus hijos, que vayan con los enfermos en las casas del vecindario, en las cárceles y con los ancianos para que la gracia de San Juan Pablo II llegue también a ellos.