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Científico del derecho, docente de alma, activo ciudadano en lo político, hombre versado en las letras, deportista, esposo y padre ejemplar, son algunas de las virtudes por las que supo ser reconocido, altamente valorado y respetado.
Realizó sus estudios secundarios en el Colegio San José, de nuestra capital, y su carrera profesional en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, donde se recibió de abogado, con promedio “Distinguido” y segundo en su promoción. Cursó el doctorado en Derecho y Ciencias Políticas en la Facultad de Derecho de Madrid, España, y su tesis, “Hacia un régimen jurídico-social de menores para la República del Paraguay”, fue aprobado con la calificación “Sobresaliente”.
Dueño de un acreditado acervo cultural, el Prof. Dr. Encina Marín fue autor de numerosas publicaciones y conferencias, tanto en nuestro país como en España.
En la enseñanza universitaria, pasó por todos los niveles hasta el cargo de profesor titular en las materias de Derecho Procesal Penal y Criminología, participando así de la formación de generaciones de abogados. Tomó parte de numerosos congresos relacionados con el Derecho tanto en nuestro país como en el exterior.
Fue un tenaz defensor de la libertad de prensa, y como tal, en 1999, fue invitado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) a la reunión sobre “Las Garantías de la Declaración de Chapultepec a la Libertad de Prensa”, realizada en San José de Costa Rica, y en 2002 fue también invitado a la “Cumbre Hemisférica sobre Justicia y Libertad de Prensa en las Américas”, llevada a cabo en Washington D.C.
Por su proficua tarea recibió numerosas distinciones, tanto nacionales como extranjeras, y entre estas últimas cabe mencionar la condecoración por el Gobierno del Brasil en el grado de “Gran Oficial”; en el mismo grado por el Gobierno de Estados Unidos; el grado de “Gran Oficial de la Orden al Mérito de Bernardo O’Higgins” por el Gobierno de Chile, y de “Caballero de la Orden del Rey Leopoldo”, por el Reino de Bélgica.
Su desaparición deja un gran vacío en nuestra sociedad.
ABC Color, al que prestó sus valiosos servicios profesionales y que tuvo el honor de tenerlo como amigo de la casa, formula sus sentidas condolencias a su esposa María Teresa Pérez Falabella, a sus hijos Cruz María, Alejandra María, María de la Paz, Juan Agustín y Alejandro Andrés, a sus nietos y demás deudos, y les acompaña en su dolor.