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“Todas estas evidencias fueron extraídas de los cuerpos de las víctimas a través de los médicos forenses del Ministerio Público”, dijo Alcaraz.
“En cuanto a las armas incautadas, escopetas, rifles y revólveres, se encuentran con todas las piezas necesarias para efectuar disparos y de normal funcionamiento, excepto la escopeta calibre 20. Asimismo, todas las vainas servidas de calibre 38 fueron percutidas por el arma de fuego de igual calibre color plateado. Igualmente, todas las vainas servidas de calibre 28 fueron percutidas por el arma de fuego de igual calibre, al igual que la vaina servida, calibre 12 fue percutida por el arma de igual calibre”, refirió.
Asimismo, indicó que la mayoría de las armas consistentes en escopeta también fueron exhibidas al personal policial interviniente en el procedimiento del 15 de junio, y estos reconocieron dichas armas como las que habían sido utilizadas por los acusados en el suceso.
La agente mencionó también la declaración del médico forense de Curuguaty, Floriano Irala, que en su deposición ante el tribunal dijo que la autopsia realizada a los cuerpos de los policías reveló que las heridas provinieron de “arma de fuego potente”. “Él no es experto en balística, puede hablar del daño sufrido, pero no está calificado y tampoco señaló el calibre de cada herida”.