Cargando...
Solamente en la semana que pasó, en el área metropolitana, los delincuentes se alzaron con unos G. 700 millones en una seguidilla de asaltos.
Uno de los hechos ocurrió cerca del mediodía del martes cuando dos motochorros robaron G. 47 millones tras asaltar a un cambista sobre la calle General Díaz, entre 15 de Agosto y O’Leary, en pleno centro de Asunción, supuestamente una de las zonas más protegidas del país. Los ladrones cometieron el delito y huyeron sin dejar rastros.
El miércoles, casi a la misma hora, un grupo integrado por al menos 20 personas interceptó a un empresario sobre la transitada calle Denis Roa del barrio Herrera de Asunción, y lo despojaron de G. 480 millones de guaraníes y 15.000 dólares en efectivo.
Ese mismo día, otro grupo de delincuentes irrumpió en una empresa propiedad de la familia de la senadora colorada Mirtha Gusinky.
Mientras el viernes de noche, dos motochorros irrumpieron en el supermercado Lambaré, ubicado sobre la avenida Félix Bogado, asesinaron al guardia y se alzaron con toda la recaudación del día.
En ninguno de los casos mencionados se pudo recuperar, hasta el momento, al menos parte del botín que se llevaron los delincuentes.
Estos son apenas algunos de los casos más “gordos”. Los robos callejeros cometidos por personas en motocicleta forman parte de la realidad cotidiana de pobladores de Asunción y capitales departamentales.
También la corrupción
A los asaltos diarios se suma la rampante corrupción que atraviesa a la institución policial. Siempre existen dudas sobre el accionar de los agentes.
Una fuente confiable manifestó a nuestro diario que “en la Policía se dice que no hay fiesta sin permiso” y que eso significa que “en la comisión de algunos delitos, especialmente asaltos, los delincuentes tienen cobertura de la propia policía”.
El sistema 911 creado para dar respuesta rápida tiene 260 funcionarios que reciben las denuncias.