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Osorio declaró en compañía de sus abogados Rogelio Cardozo y Óscar Rotela durante tres horas. Fue en sede de Delitos Económicos y Anticorrupción, ante los fiscales Aldo Cantero y Luis Piñánez.
A la salida, el suboficial procesado no quiso brindar detalles de su “aporte”. Solo reconoció que “dio nombres” a los fiscales.
Cantero, por su parte, explicó que Osorio se declaró inocente y negó firmas que le son atribuidas y tienen que ver con la entrega de las 186 tarjetas de combustible.
Respecto a su responsabilidad penal en la estafa, indicó que siempre “obró conforme a lo que le indicaban sus superiores jerárquicos”, en este caso el comisario Mendoza, y deslinda su responsabilidad.
Fue tajante al decir que el excomandante estaba en conocimiento del hecho a través de Mendoza.
Intentaron tapar todo
Osorio ratificó a los investigadores que tanto Alvarenga como Mendoza intentaron tapar la irregularidad, y dijo que la reunión en cuestión se llevó a cabo en el hotel céntrico “Presidente”. El fiscal librará oficios para indagar si la reunión existió. En ese lugar, los superiores supuestamente indicaron a Osorio que se debía hacer responsable del hecho con la promesa de que se “arreglaría en la justicia policial”.
Sin embargo, una vez que el hecho salió a la luz, los mismos dejaron “solo” al suboficial.
El uniformado también indicó que Mendoza intentó “arreglar la desprolijidad administrativa” en Petropar, antes de que el hecho cobre estado público.
“Con relación a Petropar, omitió hablar al respecto, pero sí dijo que él no fue quien trató de parar esto, sino que fue su jefe, el señor Juan Mendoza, quien se fue a hablar y tratar de evitar que se denuncien o que salgan a la luz pública estas irregularidades”, señaló Cantero.
Sobre el punto, agregó: “Según lo que dice Osorio, Mendoza se constituyó personalmente en Petropar y dijo que quería arreglar esta desprolijidad administrativa”.
Estrecha amistad
El suboficial Roberto Osorio también declaró sobre la existencia de un estrecho vínculo de “amistad” entre Francisco Alvarenga, destituido excomandante, y Juan Mendoza, ya que compartían reuniones familiares, viajes, automóviles y otras cosas más, según se supo.