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Jerónimo Romero (75) explicó que empezó a los 14 años y actualmente está formando un grupo de 28 jóvenes para que haya rotación y se mantenga la tradición. “Mantener un solo grupo para cada año es difícil. Por eso lo mejor es preparar varios grupos para rotar y alternar. Por eso también ya estamos alentando a los niños”, comenta.
Para Ángel Moisés Pavón (19) el ser estacionero lo lleva en la sangre. Comenzó a cantar a los 6 años con su padre, su abuelo, hermano y primos.
El cura párroco local Tadeo Brzuszer destacó que la celebración del Viernes Santo en Ñemby aglutina a mucha gente porque es un día muy importante para el cristiano y además la tradición se mantiene viva con la presencia de los estacioneros que ayudan a la reflexión con su canto. “Esto empieza en las comunidades, se fortalece y encamina más para reflexionar en este día”, afirma.
Su mensaje de la celebración se basó en tres preguntas: ¿Por qué mataron a Jesús? ¿Por qué el sufrimiento y qué tiene que ver con nosotros la cruz? Concluyó con la frase: “Solamente bajo el signo de la cruz Paraguay será Paraguay y los paraguayos serán paraguayos”.