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CAACUPÉ (Magdalena Benítez, Jorge Cañete y Roberto Torres). La mayor parte de los promeseros se instala cada año en la plaza Antonio Parquet Ledesma, del barrio San Blas, a unas cuadras de la terminal local. Un paisaje pintoresco se observa en el espacio público: carretas, ropas secándose al viento en tendederos improvisados, bueyes rumiando, niños jugando, personas almorzando, otros cocinando, algunos descansando en hamacas o conversando mientras disfrutan el suculento almuerzo.
Delicia Solalinde (65) encabeza una de las familias que cumple la tradición de pagar la promesa de llegar en carreta junto a la Virgen. Ella, sus hijos Isabelino, Lidia, Clara, y Lina Solalinde, así como sus nietas Luana y José Ignacio Duarte, Luana, Maía, Celeste, Araceli, Alejo y David Solalinde, partieron de la compañía Zayas de Yaguarón el jueves 3 y llegaron a Caacupé a la media tarde del viernes 4.
Lida comentó que tradicionalmente cumplen la promesa en dos carretas, pero este año emprendieron la caravana en una sola porque dos de los bueyes de la familia se enfermaron. Comentó que realizan este ritual cada año para agradecer por la buena cosecha de diversos rubros agrícolas que consigue su hermano Isabelino.
Doña Delicia dijo que cuando niña le acompañaba a su abuela Filomena y su madre Jerónima, quien actualmente tiene 94 años de edad.
Otra familia que cumplió su promesa desde la compañía Zayas es la de Valentina Cañete (61) y Genaro Duarte (65), junto a su sobrino Hugo Gamarra Cañete. La mujer refirió que desde hace dos años vienen en carreta junto a la Virgen porque su hijo Alcides Ramón Duarte Cañete le rogó a la Virgen de Caacupé que salvara a su madre de un derrame cerebral que le afectó y que en agradecimiento su familia cumpliría el ritual de ir en carreta hasta Caacupé.
Partieron de la compañía Zayas a las 14:30 del 3 de diciembre y llegaron alrededor de las 08:00 del viernes último.
Al igual que la familia de doña Delicia, asisten a la misa de la mañana y de las 19:00. Caminan 13 cuadras para llegar al santuario.
María Bogarín (20), su esposo Lorenzo Saldívar (22), su hijo Thiago (3) y su pequeña Maira de un año y tres meses, acompañaron la caravana. Según comentó la joven madre, el pequeño Thiago enfermó de pulmonía grave y le pidió a la Virgen que intercediera para su recuperación y que a cambio del favor llegarían a Caacupé cada año durante siete años; todavía faltan cinco años para completar.
Lucila Saldívar (72) y Edita Saldívar (62) encabezan otro grupo. Viajaron entre cinco en una carreta. De la compañía Zayas salieron a las 15:00 del jueves y llegaron el viernes a las 06:00, comentó Edita. Hacen esta travesía sacra desde niñas en agradecimiento a la Virgen de los Milagros por la salud y bienestar familiar.
Agradecimiento por la salud y la abundancia
La familia Gaona y sus ramificaciones: Galeano, Solalinde y Sanabria, desde hace 35 años cumple su promesa de llegar junto a la Virgen desde la compañía Itá Potrero, de Yaguarón. Completan unas 40 personas que viajan en cuatro carretas para agradecer la salud y la abundancia. Encabezados por Fulgencio Galeano Aguayo, salieron el 5 de la comunidad paraguariense, llegaron el sábado y se instalaron en un predio del barrio Industrial donde esperaron para asistir a la misa de las 06:00 de hoy.