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Candia cuestionó que habiendo recursos, cómo es que el mismo Gobierno permite que los militares sean llevados “prácticamente en trasganados como animales a merced de los despiadados asesinos”.
Hugo tenía 10 hermanos (6 varones y 3 mujeres), la mayoría ya independizados, por lo que él era el sostén de la familia, que proveía especialmente medicamentos a sus padres enfermos, ya que la mayoría de los familiares ya están unidos en pareja y con diferentes compromisos en diferentes lugares y con escasos recursos.
Demetrio, a más de problemas cardíacos, tiene una pierna amputada después de un accidente que sufriera hace 30 años al caérsele una madera. La prótesis ya completó su vida útil y su esposa, Ramona, también sufre diversas enfermedades.
Dijo que Hugo siempre fue su compañero de labranza en cultivos de hierbas medicinales, principal fuente de ingreso de la comunidad, para poder estudiar: “Nunca estuvimos de acuerdo con que fuera militar, pero tuvimos que aceptar, debido a que al recibirse ya accede a su puesto de trabajo. Cuando fue a la zona norte muchas veces le dijimos que dejara, teniendo en cuenta la peligrosidad. Sin embargo, siempre decía que él es patriota y que estaba dispuesto a morir por la patria”, manifestó Candia.