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“Estoy muy emocionada, y es indescriptible el sentimiento que me embarga. Esta será la primera vez que voy a estar cerca del Papa. Cuando vino Juan Pablo II no pude verlo porque estaba en cama”, recordó.
La directora del hogar agregó que hicieron todo lo posible para propiciar un encuentro del Papa con los ancianos. “Es una lástima que no se tuvo en cuenta a los abuelitos, quienes están muy ilusionados con esta visita. Nosotros hubiéramos podido unirnos con otros hogares y ver al Papa en Ñu Guasu, por ejemplo, pero no pudo ser. Sin embargo, otros tienen lugares de privilegio”, dijo.
Burgos apuntó que debería darse más importancia a los ancianos y a los discapacitados. “Esas sillas vip que se están preparando en Ñu Guasu; esos lugares de privilegio deberían ser para los adultos mayores y las personas con discapacidad, no para los políticos o las personas que están bien”, indicó. Hoy un grupo de abuelitos del hogar espera acercarse al Papa en la actividad prevista en la Catedral.